A mediados de la década de los 80s participó de MPA, Músicos Populares Argentinos, junto a Jacinto Piedra, Peteco Carabajal, Chango Farías Gómez y el Mono Izarrualde.
En los 90 formó parte del grupo "La Nota Negra" con Quique Condomí, Irene Cadario, Samy Mielgo y Abel Rogantini.
Posteriormente, tocó junto a Javier Malosetti, Oscar Giunta, Divididos, Arbolito, la Bomba del Tiempo y Yusa, entre otros, además de integrar el trío Condomí, Snajer, Guevara.
Y en 2007 salió a la venta "Remedio pa´l alma", disco de Verónica Condomí que escucharemos hoy.
Verónica es una de las cantoras más personales de nuestra música popular.
Cabe destacar que viene recorriendo el interior con sus retiros, jornadas y talleres de canto y creatividad, buscando recuperar el canto colectivo.
Así, tranquila, va Verónica Condomí en su camino musical que comenzó a los 7 años en el coro de niños del Colón. Y siguió con la experimentación en las agrupaciones MIA y MPA en los 70 y 80.
La voz es el reflejo del cuerpo tanto como del alma: la voz te da poder.
La vibración del sonido llega a lugares a los que no se llega con las manos, por ejemplo el sonido toca tu corazón.
Uno se puede curar y sacar cosas que no salen de otra manera. Cualquier persona que se anime a utilizar su voz como herramienta puede ser más feliz.
La voz es algo que va con nosotros desde que nacemos y que no usamos con la libertad que podríamos por condicionamiento cultural.
Liberar eso es mi tarea en cuanto a la enseñanza.
El canto, la danza y la música siempre estuvieron unidas como manifestación de toda una comunidad.
No era en absoluto un bien del que cantaba mejor, era simplemente una herramienta para expresarse con la naturaleza y las divinidades.
La resonancia de nuestra música está ubicada en las entrañas.
Es un sonido muy diferente al de los europeos, que está en la cabeza.
Cada música tiene su lugar en el cuerpo. Por ejemplo el flamenco es en la garganta.
Atragantado en la garganta, como un dolor que no se termina de digerir...
El tango es sufrimiento pero cada región tiene puesto su sufrimiento en su canto.
Uno no canta sólo cuando está contento, uno canta para sacar afuera algo que de otra manera no puede salir.
Remedio pa`l alma. Un disco orgánico, preciosista y emotivo, arreglado con humildad desde un buen gusto notable.
No por nada los músicos que funcionan como su columna vertebral son la propia Verónica y dos de los instrumentistas más importantes de la actual escena folklórica: el percusionista Mariano ‘Tiki’ Cantero y el propio Snajer en la guitarra.
Y, como suele suceder en el caso de Condomí, un poderoso componente familiar subyace por todos lados.
Remedio pal alma está atravesado por la memoria de su padre, el cantor y compositor Miguel Condomí, desaparecido durante la última dictadura.
Verónica recupera dos de sus composiciones y, en la dedicatoria, dice a los asesinos: “nadie puede desatar lo que la sangre une”.
“Mientras grabamos esta música tuve la sensación de curarme de algo. No sé de qué, pero me siento muy bien”.
El texto de este programa fue extraído de 3 páginas web: CMTV, diario El Litoral y el blog de Martín Graziano.
El disco escuchado hoy, Remedio pa`l alma, fue grabado por Verónica Condomí en 2007.