Radioteca ya no recibe más audios. Los audios existentes permanecerán en línea.

[Leer aviso]

Por falta de fondos, desde junio de 2020, este portal de intercambios se encuentra congelado. Ha sido imposible mantener activo el sitio que ha crecido constantemente desde que se abrió en 2006. Queremos agradecer a quienes, de una u otra forma, apoyaron esta iniciativa de Radialistas Apasionadas y Apasionados: la oficina de UNESCO en Quito por aportar el empujón inicial; a CAFOD por confiar siempre en nuestras iniciativas; a HIVOS y la DW-Akademie por sus apoyos para ir mejorando la web y mantener el servidor; a Código Sur por sostener técnicamente Radioteca la mayoría del tiempo que estuvo activa; a Roberto Soto por su solidaridad técnica en estos últimos años; y la Red de Radios Comunitarias y Software Libre que, junto a Guifi.net, permiten que esta versión final de Radioteca siga en línea y no se pierdan nunca los audios que muchas radios nos confiaron a lo largo de 14 años.

Recomendamos Archive.org para guardar tus audios online.

Programa dedicado a los funerales en Nueva Orleans y su música.
Programa dedicado a los funerales en Nueva Orleans y su música.
Descripción:

Luz para mundos remotos es un programa radial documental sobre músicas y músicos, producido en y emitido desde la Comarca de Río Colorado, en la Patagonia Norte argentina. En cada programa proponemos un viaje a algún rincón del mundo y de su historia, a través de géneros, estilos, épocas, instrumentos, compositores e intérpretes. Todos estos programas son de libre disponibilidad para aquellas emisoras más atrevidas en salirse del chinguichingui mortífero. Solicitamos a aquellas que nos hayan incluido en su grilla, en forma sistemática u ocasional, que nos lo cuenten. En Radioteca, disponemos de otros audios con las mismas características que éste, dedicados a otros autores e intérpretes: https://radioteca.net/userprofile/luz-para-mundos-remotos/ Hoy, en Luz para mundos remotos, vamos a escuchar música para funerales en Nueva Orleans.

Libreto:
Para Robert Green, el 29 de agosto es un día de luto, como para miles de personas que sufrieron las inundaciones generadas por el huracán Katrina.

Green está dolido por él y por sus vecinos que también perdieron familiares y propiedades en el Noveno Distrito de Nueva Orleans.

Pero también está contento por quienes quedaron vivos y han vuelto para reconstruir casas y relaciones.

Por eso Green organizó un funeral de jazz por las calles de su vecindario en memoria de sus seres queridos.

Hoy, en LPMR, música para funerales en Nueva Orleans.

Mientras se congregan los asistentes, el evento tiene un cierto aire solemne, que es cortado de pronto por el sonido de la trompeta y el redoblar del timbal que marca el inicio del funeral.

Inmediatamente el cortejo responde con palmas y bailes, y empieza una procesión danzante que más parece un carnaval que una conmemoración luctuosa.

En el "jamming" o "descarga" de la banda de metales que sigue a los familiares, se unen los vecinos y algunos curiosos que aprovechan para tomar la calle como pista de baile.

Es la famosa "segunda fila" de las marchas de Nueva Orleans: aquellos que aunque no conozcan a los deudos se suma a la procesión anticipando fiesta.

En este caso, en la segunda fila también hay deudos. Este es un funeral colectivo, porque se trata de la zona de la ciudad donde hace cinco años el desastre dejó la mayor cantidad de víctimas.

"Ves que hay alegría en el cuerpo, pero estamos tristes en el corazón porque hay gente que no está con nosotros. Así que bailamos por ellos", dice Adel, una joven que también perdió a su madre durante las inundaciones que afectaron el distrito.

Aunque me es difícil compaginar lo doloroso del recuerdo con la alegría del evento, de pronto siento que lo que dice Adel tiene sentido.

La música es contagiosa, pero hay en la manera de bailarla que recuerda que no se trata de una fiesta, que esto es un funeral.

Tras desandar la distancia del árbol del recuerdo hasta la casa de Green, la banda cierra su sesión, estallan los aplausos y corren las lágrimas.

Los vecinos se abrazan compartiendo el dolor de lo que les pasó cinco años atrás.

En Nueva Orleans los muertos se recuerdan con música.

La capacidad de crear música es lo que no se llevaron las inundaciones. Con música nutren el espíritu colectivo que se apuntala en la desgracia compartida.

En muchas culturas, los funerales transcurren con un silencio tibio, sólo el murmullo de la gente al hablar lo rompe.

Sin embargo, las costumbres funerarias de las que vamos a hablar hoy nada tienen que ver.

Aquí, donde el misterio camina tranquilamente entre sus calles, tierra de vampiros, de fantasmas y con una gran creencia hacia el vudú, se despiden de sus seres queridos a golpe de notas musicales. Hablamos de Nueva Orleans.

Es conocido como funeral jazz, aunque este término es erróneo pues la descripción preferida es “funeral con música” ya que el jazz propiamente dicho no es el objetivo principal de la ceremonia.

Esta tradición funeraria se originó a principios del siglo XX.

El pasado colonial de Luisiana, las prácticas espirituales africanas y la amalgama de culturas allí establecidas, ayudó a que se comenzara a “celebrar” la vida vivida de quien ya no está, para que los espíritus protejan al difunto.

Un funeral musical comienza desde el mismo momento que el fallecido es trasladado al cementerio. Puede salir desde su casa o la iglesia.

El féretro es portado por los familiares, y ya desde aquí la banda comienza con melodías fúnebres e himnos religiosos; las personas siguen este ritmo con paso lento y penoso, en el fondo es la despedida de un ser querido.

Algunos de los asistentes suelen llevas vistosas sombrillas de mil colores que contrastan con el negro utilizado por el luto.

El arca es introducida en un carruaje funerario tirado por caballos; la banda sigue tocando su profunda melodía, y el cortejo fúnebre sigue las notas musicales hasta que llegan al cementerio.

Luego de la despedida, la banda suele hacer un cambio: la música se vuelve más optimista.

Esto se debe a que esta es su forma más honrosa de decir adiós al fallecido, celebrando el tiempo que estuvo entre ellos, compartiendo, enseñando y aprendiendo.

El texto de este programa fue extraído de dos fuentes: un artículo de Carlos Chirinos del 30 de agosto de 2010 para la BBC Mundo; y del blog Guía de cementerios de 2017.


[Leer licencia]
Este material se publica bajo los términos de la licencia:
Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
Usted es libre de:

Compartir — copiar y redistribuir el material en cualquier medio o formato.

Adaptar — remezclar, transformar y construir a partir del material.

Bajo los siguientes términos:

Atribución — Usted debe dar crédito de manera adecuada, brindar un enlace a la licencia, e indicar si se han realizado cambios.

No Comercial — Usted no puede hacer uso del material con propósitos comerciales.

Compartir Igual — Si remezcla, transforma o crea a partir del material, debe distribuir su contribución bajo la la misma licencia.


 
ESTE CONTENIDO NO TIENE COMENTARIOS