MERCEDES SOSA nació en Tucumán en 1935.
En octubre de 1950, se animó a participar en un certamen radial organizado por LV12 de Tucumán, oculta tras el seudónimo de Gladys Osorio.
Su incipiente calidad como cantante la hizo triunfar.
El premio era un contrato por dos meses de actuación en la emisora.
A partir de 1960, se produjo una suerte de estallido en torno de la música folklórica en Argentina.
El nombre de Mercedes Sosa ya estaba comprometido con el canto popular como integrante del Movimiento del Nuevo Cancionero, corriente renovadora surgida en Mendoza.
Entre los artistas fundadores y promotores de este movimiento estaban Armando Tejada Gómez, Manuel Oscar Matus y Tito Francia.
Las aptitudes artísticas y personales de Mercedes Sosa sorprendieron a un público acostumbrado a otra cosa.
Junto con su marido Manuel Matus, hicieron conciertos en la Universidad y produjeron el primer disco de Mercedes Sosa: “Canciones con fundamento”.
Por esa opción, la cantante tuvo que trajinar varios años antes de conseguir un lugar en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín, en 1965.
Allí el país entero pudo conocer a esta maravillosa cantante argentina.
En marzo de 1966, se conoció el disco “Yo no canto por cantar”, con una docena de canciones hoy antológicas.
Tal fue la aceptación de este disco, que apenas siete meses después, fue invitada a grabar otro que apareció con el título de “Hermano”.
A fines de 1967, Mercedes Sosa hizo conocer “Para cantarle a mi gente”, un disco con poesía argentina y latinoamericana.
Durante una de sus giras por el exterior, conoció a Ariel Ramírez, quien le propuso ser la voz de “Mujeres Argentinas”, trabajo que recién se concretaría en 1969.
El país estaba viviendo bajo el peso de un régimen militar, el que empezó con Onganía y terminó con Lanusse.
Mercedes Sosa, como muchos argentinos, sufrió las consecuencias: sus canciones no se podían difundir por Radio Nacional, una emisora gubernamental.
Pero peor fue después, historia que ya conocemos. Y que minga de olvido.
Hoy, en LPMR, escuchamos el disco “Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanki”, grabado en México en 1977.
Participaron del mismo Domingo cura en bombos, Oscar Alem en contrabajo, Nicolàs Colacho Brizuela en guitarra y Santiago Alberto Pepete Bértiz en guitarra.
Dedicamos el programa a aquel que a la muerte jugó su puñal.
En octubre de 1950, se animó a participar en un certamen radial organizado por LV12 de Tucumán, oculta tras el seudónimo de Gladys Osorio.
Su incipiente calidad como cantante la hizo triunfar.
El premio era un contrato por dos meses de actuación en la emisora.
A partir de 1960, se produjo una suerte de estallido en torno de la música folklórica en Argentina.
El nombre de Mercedes Sosa ya estaba comprometido con el canto popular como integrante del Movimiento del Nuevo Cancionero, corriente renovadora surgida en Mendoza.
Entre los artistas fundadores y promotores de este movimiento estaban Armando Tejada Gómez, Manuel Oscar Matus y Tito Francia.
Las aptitudes artísticas y personales de Mercedes Sosa sorprendieron a un público acostumbrado a otra cosa.
Junto con su marido Manuel Matus, hicieron conciertos en la Universidad y produjeron el primer disco de Mercedes Sosa: “Canciones con fundamento”.
Por esa opción, la cantante tuvo que trajinar varios años antes de conseguir un lugar en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín, en 1965.
Allí el país entero pudo conocer a esta maravillosa cantante argentina.
En marzo de 1966, se conoció el disco “Yo no canto por cantar”, con una docena de canciones hoy antológicas.
Tal fue la aceptación de este disco, que apenas siete meses después, fue invitada a grabar otro que apareció con el título de “Hermano”.
A fines de 1967, Mercedes Sosa hizo conocer “Para cantarle a mi gente”, un disco con poesía argentina y latinoamericana.
Durante una de sus giras por el exterior, conoció a Ariel Ramírez, quien le propuso ser la voz de “Mujeres Argentinas”, trabajo que recién se concretaría en 1969.
El país estaba viviendo bajo el peso de un régimen militar, el que empezó con Onganía y terminó con Lanusse.
Mercedes Sosa, como muchos argentinos, sufrió las consecuencias: sus canciones no se podían difundir por Radio Nacional, una emisora gubernamental.
Pero peor fue después, historia que ya conocemos. Y que minga de olvido.
Hoy, en LPMR, escuchamos el disco “Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanki”, grabado en México en 1977.
Participaron del mismo Domingo cura en bombos, Oscar Alem en contrabajo, Nicolàs Colacho Brizuela en guitarra y Santiago Alberto Pepete Bértiz en guitarra.
Dedicamos el programa a aquel que a la muerte jugó su puñal.
