¿Por qué no lo escribís?”.
Cuenta Jorge Lopez Ruiz que le dijo Arturo Jauretche en un programa de TV.
Era 1967, Lopez Ruiz hablaba mal de Onganìa, y ante la pregunta de Jauretche, él contestó que era músico.
Allí nació “EL GRITO”, disco que vamos a escuchar hoy.
EL GRITO fue un disco de jazz argentino que hoy resulta histórico.
Fue también uno de los pocos en este género que estuvieron prohibidos por dos dictaduras: la de entonces, y la siguiente.
El otro que pasó las mismas vicisitudes también fue de Lopez Ruiz, y llegó después: BRONCA BUENOS AIRES, escrito a raíz del Cordobazo.
EL GRITO es una suite para orquesta de jazz, compuesta por un grupo de 15 músicos.
Participaron de su grabación, entre otros, el trompetista Gustavo Bergalli, los trombonistas Juis Casalla y Cristian Kellens, los saxofonistas Mario Cosentino y Arturo Schneider, el legendario baterista Pichi Mazzei, y el pianista Ruben Lopez Furst.
El director de “La voz de América”, Willie Conover compró una copia en Buenos Aires, y se dedicó a pasarlo por radio en todo el mundo.
Fue así que Lopez Ruiz lo escuchó en Yugoeslavia, estando de gira con Piero, en Radio Moscú.
En los 60, Jorge Lopez Ruiz era una de las figuras centrales de lo que todavía se llamaba jazz moderno.
Había estudiado música por consejo de Piazzolla. Cuándo no.
Tocaba regularmente con Lalo Schifrin y el Gato Barbieri…
…y con todo aquel músico o cantante extranjero que pasara por Buenos Aires.
Ese disco político y anticomercial le sirvió para convertirse en el músico comercial más buscado.
Músico de cine, precursor de la fusión del jazz y el folklore con el disco VIEJAS RAICES, cofundador del sello Trova, donde grabaron sus primeros discos Vinicius de Moraes, Piazzolla y Les Luthiers.
Lopez Ruiz siempre hizo lo que menos se esperaba de él: sea jazz, fusión o música contemporánea.
El texto del presente programa fue extractado de un artículo de Diego Fischerman, publicado en 2007 en el Suplemento Radar.
Hoy, en LPMR, escuchamos el disco EL GRITO que Jorge Lopez Ruiz campuso y grabó en 1968 en Buenos Aires.
Dedicamos el programa a la que lleva la alegría en los ojos y en la boca.