Tozzi tiene 49 años y nació en Avellaneda, provincia de Buenos Aires.
Si bien hizo giras por el mundo, su desarrollo musical fue siempre dentro de la Argentina y logró no encasillarse en un género, sino incursionar en ritmos que fusionan folk, tango, folklore y jazz.
Con influencias de un arco variado de músicos como Raúl Carnota, Mercedes Sosa, Jorge Drexler, Miles Davis, y autores de la música popular brasileña.
Tozzi participó en grabaciones de numerosos músicos, integró conjuntos y compartió escenario con Walter Malosetti, Raúl Carnota, Marcelo “Gillespi” Rodríguez, Pablo Agri, Mariana Baraj, Luis Salinas, entre muchos otros.
En 2002 creó La Acústica Cuarteto y editó el disco “Hambre”. En 2005 formó el Pablo Tozzi Trío, con el que editó “Visible y Cercano” en 2005 y “Raíz Madre” en 2007.
Además, como solista grabó “Ceremonias adentro” en 2001, “Cueca negra” en 2009 y “De cómo la luna despertó a los girasoles” en 2013, todos con participación de grandes cantautores como Liliana Herrero, Daniel Viglietti, Teresa Parodi, y Chango Farías Gómez, y unos cuantos más.
En 2015 vino “Mapa imperfecto de canciones clandestinas”, grabado entre España y Buenos Aires, con un sonido acústico que marca una presencia profesional fuerte en materia interpretativa.
“Sentí que me establecí como músico cuando comencé a ser consciente de mis elecciones musicales. Desde con quiénes compartir proyectos hasta saber poner en una canción lo que me representa, es decir, lograr un lenguaje propio”.
“De chico, yo quería ser Serrat. No quería ser Ron Carter”, decía Pablo Tozzi dos años y medio atrás, cuando con su cuarto álbum, De cómo la luna despertó a los girasoles, se asumía definitivamente como un cancionista.
Y a juzgar por el contenido de su trabajo, no ha sino profundizado su exploración en ese terreno, con gran resultado.
Frases cortas, imágenes concretas, sentencias contundentes, palabras cruzadas con inteligencia y sentido coinciden en un repertorio en el que prevalece el clima folclórico, abierto a aportes con diferentes orígenes.
Esa flexibilidad estilística gana amplitud de manera notable con la decisión de Tozzi de despegarse con mayor frecuencia del formato del trío, terreno sobre el que muestra su dominio absoluto.
Un viaje musical que Tozzi conduce con maestría desde su contrabajo y su bajo, haciendo gala de sus habilidades, sin perjuicio alguno de la frescura que transmiten sus composiciones.
Hay cosas en la vida de las personas que son parte de su identidad; otras que pueden cambiar o evolucionar.
Su música fue cambiando de eje y de forma.
Entre aquel contrabajista que conformaba el celebrado grupo El Terceto en 2003, junto a Hernán Ríos y Norberto Minichilo- y el cantautor que Tozzi es hoy, parece haber un abismo. O casi.
Sigue tocando jazz, pero de vez en cuando. Lo suyo está cada vez más concentrado en la canción.
La voz de Tozzi está puesta al servicio de canciones de su propia pluma que no responden a un género en particular…
… y de un trío que sostiene el proyecto desde hace varios años.
El contrabajista y cantor tuvo, con el pianista y aerofonista Sebastián Jakinczuk y con el baterista Néstor Lamónica, un trío muy bien asentado por más de un lustro.
En 2013, en declaraciones a la prensa, Tozzi dijo que "Los últimos tres discos fueron con el mismo trío. Necesito jugar con amigos; rindo más en ese contexto.
Mucho de lo que aprendí como músico y como tipo se lo debo a Norberto Minichilo cuando tocábamos en El Terceto.
Minichilo siempre me decía: «No te pierdas en proyectos de otros». Y la verdad es que conozco a mucha gente que se la pasa hablando del hotel que le tocó en la gira en vez de hablar de música.
Andar solo es difícil, pero cuando hacés un gol tiene otro sabor."
El texto de este programa fue extraído de tres artículos periodísticos: uno de Manu Correa, publicado el 2 de Diciembre de 2015 en la Revista Marcha, otro de Eduardo Slusarchuk, del 13 de Enero de 2016, aparecido en un gran diario argentino; y en otro de Mauro Apicella, del 22 de Mayo de 2013, publicado en La Nación.
El disco que escuchamos hoy, Cueca negra, que sin abandonar sus raíces y estilo jazzístico se aboca a recorrer ritmos y formatos de la música argentina en once composiciones propias, fue lanzado en 2009.
El Pablo Tozzi Trìo estaba integrado entonces por Néstor Lamónica en batería, Sebastián Jackimzuck en piano y Pablo Tozzi en contrabajo y voz.
Si bien hizo giras por el mundo, su desarrollo musical fue siempre dentro de la Argentina y logró no encasillarse en un género, sino incursionar en ritmos que fusionan folk, tango, folklore y jazz.
Con influencias de un arco variado de músicos como Raúl Carnota, Mercedes Sosa, Jorge Drexler, Miles Davis, y autores de la música popular brasileña.
Tozzi participó en grabaciones de numerosos músicos, integró conjuntos y compartió escenario con Walter Malosetti, Raúl Carnota, Marcelo “Gillespi” Rodríguez, Pablo Agri, Mariana Baraj, Luis Salinas, entre muchos otros.
En 2002 creó La Acústica Cuarteto y editó el disco “Hambre”. En 2005 formó el Pablo Tozzi Trío, con el que editó “Visible y Cercano” en 2005 y “Raíz Madre” en 2007.
Además, como solista grabó “Ceremonias adentro” en 2001, “Cueca negra” en 2009 y “De cómo la luna despertó a los girasoles” en 2013, todos con participación de grandes cantautores como Liliana Herrero, Daniel Viglietti, Teresa Parodi, y Chango Farías Gómez, y unos cuantos más.
En 2015 vino “Mapa imperfecto de canciones clandestinas”, grabado entre España y Buenos Aires, con un sonido acústico que marca una presencia profesional fuerte en materia interpretativa.
“Sentí que me establecí como músico cuando comencé a ser consciente de mis elecciones musicales. Desde con quiénes compartir proyectos hasta saber poner en una canción lo que me representa, es decir, lograr un lenguaje propio”.
“De chico, yo quería ser Serrat. No quería ser Ron Carter”, decía Pablo Tozzi dos años y medio atrás, cuando con su cuarto álbum, De cómo la luna despertó a los girasoles, se asumía definitivamente como un cancionista.
Y a juzgar por el contenido de su trabajo, no ha sino profundizado su exploración en ese terreno, con gran resultado.
Frases cortas, imágenes concretas, sentencias contundentes, palabras cruzadas con inteligencia y sentido coinciden en un repertorio en el que prevalece el clima folclórico, abierto a aportes con diferentes orígenes.
Esa flexibilidad estilística gana amplitud de manera notable con la decisión de Tozzi de despegarse con mayor frecuencia del formato del trío, terreno sobre el que muestra su dominio absoluto.
Un viaje musical que Tozzi conduce con maestría desde su contrabajo y su bajo, haciendo gala de sus habilidades, sin perjuicio alguno de la frescura que transmiten sus composiciones.
Hay cosas en la vida de las personas que son parte de su identidad; otras que pueden cambiar o evolucionar.
Su música fue cambiando de eje y de forma.
Entre aquel contrabajista que conformaba el celebrado grupo El Terceto en 2003, junto a Hernán Ríos y Norberto Minichilo- y el cantautor que Tozzi es hoy, parece haber un abismo. O casi.
Sigue tocando jazz, pero de vez en cuando. Lo suyo está cada vez más concentrado en la canción.
La voz de Tozzi está puesta al servicio de canciones de su propia pluma que no responden a un género en particular…
… y de un trío que sostiene el proyecto desde hace varios años.
El contrabajista y cantor tuvo, con el pianista y aerofonista Sebastián Jakinczuk y con el baterista Néstor Lamónica, un trío muy bien asentado por más de un lustro.
En 2013, en declaraciones a la prensa, Tozzi dijo que "Los últimos tres discos fueron con el mismo trío. Necesito jugar con amigos; rindo más en ese contexto.
Mucho de lo que aprendí como músico y como tipo se lo debo a Norberto Minichilo cuando tocábamos en El Terceto.
Minichilo siempre me decía: «No te pierdas en proyectos de otros». Y la verdad es que conozco a mucha gente que se la pasa hablando del hotel que le tocó en la gira en vez de hablar de música.
Andar solo es difícil, pero cuando hacés un gol tiene otro sabor."
El texto de este programa fue extraído de tres artículos periodísticos: uno de Manu Correa, publicado el 2 de Diciembre de 2015 en la Revista Marcha, otro de Eduardo Slusarchuk, del 13 de Enero de 2016, aparecido en un gran diario argentino; y en otro de Mauro Apicella, del 22 de Mayo de 2013, publicado en La Nación.
El disco que escuchamos hoy, Cueca negra, que sin abandonar sus raíces y estilo jazzístico se aboca a recorrer ritmos y formatos de la música argentina en once composiciones propias, fue lanzado en 2009.
El Pablo Tozzi Trìo estaba integrado entonces por Néstor Lamónica en batería, Sebastián Jackimzuck en piano y Pablo Tozzi en contrabajo y voz.
