Dejarse llevar sin prejuicios, en la convicción de ser conducido a descubrir nuevos lugares, paisajes desconocidos que sorprendentemente encontrarás en tu interior.
Así, la aparente extravagancia que en ocasiones puede transmitir su propuesta, se nos presenta como el camino hacia una vivencia musical total.
Sus conductos son el jazz y una exploración del folklore cargada de connotaciones oníricas, casi mágicas.
La música de Hermeto Pascoal se presenta como un acontecimiento comunitario en el que la improvisación y la espontaneidad, tienen un papel protagonista.
Es una fiesta entre iniciados a la que solo podrás acudir desnudo de ideas preconcebidas. Es un viaje que te conduce a la naturaleza, emociones a la par primigenias y sofisticadas.
Es un abandono en el inconsciente placer de una compañía querida, de haber llegado, de quererte quedar allí para siempre. Es una fiesta que se prologa hasta altas horas de la madrugada, pero que no cansa nunca.
El piano, el acordeón, el saxo, la batería o el bajo, son un todo sin individualismos, son elementos de un complejo collage que no permite un análisis aislado, más bien exige un alejamiento, una perspectiva sin pretensiones críticas o técnicas.
Pero este viaje requiere una advertencia. Nadie debe aproximarse a la música de Pascoal de forma casual o accidental.
Este viajero temerario se verá sumido en un incomprensible universo de aparente caos, de incongruencias, de infinitas pinceladas sin coherencia. En ese caso, más vale retroceder y dejar la aventura para otro momento.
Hermeto Pascoal, nace en 1936, en la localidad de Lagoa da Canoa, estado de Alagoas, en el nordeste de Brasil.
Desde niño muestra un extraordinario talento musical. Toca la sanfona, flautas artesanas y hace música con trozos de hierros del taller de su abuelo.
Sin duda ese muchacho albino y medio ciego había nacido para hacer música. Sus verdaderas aportaciones musicales comienzan en la década de los años sesenta en Río de Janeiro con la formación del quarteto novo con Airto Moreira…… que, aunque solo grabó un disco, tiene una extraordinaria repercusión en la música instrumental brasileña del momento, introduciendo melodías y ritmos nordestinos en el panorama musical carioca, saturado de bossa nova.
Su creciente prestigio le lleva a viajar a Estados Unidos, donde llega a colaborar con Miles Davis en su álbum "Live Evil", en el que además, se interpretan dos composiciones de su autoría.
Hermeto todavía hoy considera a Davis una de sus principales influencias.
De vuelta a Brasil graba el álbum "A Musica Livre de Hermeto Pascoal", y después, de nuevo en Estados Unidos, "Slave Mass" (1976).
Pero es a principios de la década de los años ochenta cuando bajo contrato con la discográfica independiente Som da Gente, y liberado de las ataduras de los productores de las grandes discográficas, desarrolla lo mejor y lo más desconocido de su obra.
En compañía de un conjunto estable que permanecería unido casi una década, da rienda suelta a un estilo único, caracterizado esencialmente por un complejo mestizaje, entre el jazz y el folklore brasileño.
Prolífico compositor y arreglista, su innata habilidad le ha llevado a convertirse en un multi-instrumentista, que toca con virtuosismo la flauta, el piano, el saxo, la trompeta o el fliscornio, el acordeón y muchos otros insólitos instrumentos ideados y fabricados por él mismo.
Un genio musical, cuya obra grabada en su mayor parte, se encuentra hoy descatalogada o mal distribuida; inaccesible, en definitiva, al gran público.
El texto de este programa pertenece a Lorenzo Orriols, publicado en Diciembre de 2011 en Biografías y Perfiles Cancionero net.