En tal sentido, el músico recordó las incursiones de la banda en el jazz-rock, la suma de elementos de otros géneros a partir de su labor en Estados Unidos e Inglaterra y la inclusión de dos versiones de temas clásicos como “Romeo y Julieta”, de Serguei Prokofiev, y “Guillermo Tell”, de Gioachino Rossini, incluidas en “Classics”, su último disco, las cuales formarán parte de su repertorio en el show que brindarán en el país.
“El verdadero reto no es hacer lo que espera el público. Si PFM todavía está vigente significa que nuestra audiencia ama nuestros retos”, consideró Di Cioccio.
Fundada en 1971, PFM se convirtió en la única banda italiana de rock progresivo en trascender las fronteras, a pesar de formar parte de una escena local en la que también se destacaban formaciones como La Orme y Area, entre otras.
Tras telonear las actuaciones de varios grupos de rock en giras italianas, como Deep Purple y Procul Harum, la Premiata llamó la atención de Greg Lake, de Emerson, Lake and Palmer, quien impulsó la llegada de su música a los Estados Unidos.
Luego de la consagración local con discos como “Impressioni di Settembre” y “La carrozza di Hans”, la edición de “Photos of Ghosts”, de 1972, la versión en inglés de “Per un amico”, con el aporte de las líricas de Pete Sinfield, conocido por sus trabajos junto a King Crimson, significó el reconocimiento de la banda a nivel mundial.
“Nunca creímos que estábamos solos en Italia. Desde el comienzo hemos tenido el coraje de tratar de probar que lo música no tiene fronteras. Así que trabajamos duro en busca de un lenguaje más internacional”, recordó el baterista, quien destacó que el citado álbum, con el cual PFM ingresó a los rankings de la revista Billboard, contaba con “las letras hermosas” de Sinfield.
Y añadió: “Ninguna banda Italiana consiguió entrar a los rankings americanos. Otros grupos italianos quizás fueron relacionados con un tipo de imitación o con música corriente limitada a los años 70. PFM tocó mucho en todos los lugares de Estados Unidos, Canadá, Centroamérica, Brasil, Japón, Reino Unido y Europa, y así desarrollamos un lenguaje más internacional”.
Di Cioccio reconoció que el rock sinfónico perdió espacio en el panorama musical a partir de la explosión del movimiento punk, en los años 1976 y 1977, el cual surgió en parte como respuesta a su excesivo virtuosismo, aunque aclaró que la banda ya había apostado a algunas innovaciones estilísticas para esa época.
“Los cambios sonoros y estilísticos siempre son un signo de vitalidad. Para nosotros, era muy importante mirar más allá de la música progresiva. Tal vez, nuestro secreto es que nunca hemos dejado de dar espacio a la imaginación creativa”, definió el músico.
Como ejemplo, Di Cioccio sostuvo: “En los conciertos, siempre hay muchos momentos de interacción con improvisaciones musicales que transforman la performance en algo diferente enrelación a las otras bandas. No preparamos los solos porque nos gusta descubrir qué inventamos cada noche”.
La llegada de PFM al país es antecedida por una extensa gira que abarcó lugares como Londres, Los Ángeles, Nueva York, Quebec y Montreal, además de formar parte de “Cruise to the Edge”, un crucero que va de Miami a Bahamas, ida y vuelta, encabezado por Yes, en el que participan varios grupos.
Al respecto, Di Cioccio analizó el impacto que tuvo en la banda el contacto con pares como Yes o Emerson, Lake and Palmer, a lo largo de su historia.
“Son muy buenos artistas y hay un gran respeto mutuo. Disfrutamos de la capacidad de la lengua inglesa para componer y ser pragmáticos. La diferencia es, tal vez, más de carácter. Somos latinos y siempre ponemos un poco más de emoción y pasión en nuestra música”, destacó.
Con el baterista como único miembros fundador, la formación actual de PFM presenta a Patrick Djivas, en bajo; Marco Sfogli, en guitarra; Alessandro Scaglione, en teclados; Alessandro Bonetti, en violín; Alberto Bravin, en teclado y voz; y Roberto Gualdi, en segunda batería.
“La banda está en uno de los mejores momentos. Todos los miembros son excelentes músicos. Como fundador del grupo, creo que la música y la banda están en perfecta armonía. PFM ha realizado más de 6.000 conciertos y estamos muy felices con el viaje artístico que nos ha llevado hasta este día. Cuando estoy en el escenario, siempre es tan lindo como la primera vez”, afirmó el baterista.
Di Cioccio reveló que “dejar el espacio creativo para todos, no marcar diferencias entre los primeros miembros y los nuevos, ser un equipo y correr atrás de un mismo objetivo” son las claves para mantener viva la llama del grupo, a pesar del cambio de integrantes.
“Hacer música todo el tiempo que quieras con aquellos que quieres compartir tus elecciones musicales es el secreto que ha permitido que PFM perdure durante tanto tiempo. Además de disfrutar en el escenario”, concluyó.
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