Combina el amor y el respeto por las tradiciones milenarias con la convicción de que estas deben evolucionar: entre sus influencias encontramos la música tribal bereber y el jazz.
Es consciente de que las tradiciones deben perdurar, y precisamente por eso su intención es hacerlas permeables.
Es conocido como “el mago del oúd”.
Su técnica es delicada y experimental, llena de inventiva y seguridad.
Su forma de concebir la música hace posible un espectáculo en el que se mezclan sonidos y colores distintos, dados por la combinación del tradicional oúd (o laúd árabe) con, por ejemplo, el zarb iraní.
Driss El Maloumi crea un sonido nuevo, que viene de muchos lugares. Este carácter internacional e intercultural ha contribuido a que sea considerado un embajador del oúd.