Santo Domingo, 1954, pocos años antes de que un expresidente argentino pasara allí una temporada: nace Michel Camilo.
A muy corta edad ya jugaba haciendo canciones.
Cursó estudios en el Conservatorio Nacional e integró, en su adolescencia, la Orquesta Sinfónica Nacional de su país, la República Dominicana.
En 1979 se fue a Nueva York a estudiar en las Escuelas Manne y Juliard.
Y cuatro años después, su tema Why not se convirtió en un suceso.
1985. Michel Camilo debuta con su trío en el Carnegie Hall, inicia una gira por Europa y termina un año después en el Festival de Jazz de Berlín.
En 1987, mientras en Estados Unidos, William Casey (director de la CIA y pieza clave en el escándalo Irangate) dimite de su cargo «por motivos de salud», Michel Camilo pasó por los festivales de jazz de Milán, Barcelona, North Sea y Madrid.
Y a fines del mismo año, se presentó con la Orquesta Sinfónica Nacional de su país.
Desde 1983, con su tema WHY NOT, muchos han sido sus triunfos, y ninguno pasajero.
Cada disco ha resultado siempre un trabajo de gran calidad: de ahí su popularidad.
En 1992, Michel Camilo estrenó su “Rapsodia para dos pianos y Orquesta”, obra que le encargara la Filarmónica de Londres.
Su presentación estuvo a cargo de las hermanas Katia y Marielle Labeque en el Royal Festival Hall.
El maestro Camilo fue invitado después a participar con la Orquesta Sinfónica de Atlanta en la interpretación del Concierto en Fa de Gershwing.
Ese mismo año 1992, cuando en Buenos Aires un atentado terrorista destruye la embajada de Israel, Michel Camilo recibió el título de Profesor Honorífico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo……y la Orden Heráldica de Cristóbal Colón, de parte del gobierno dominicano. Con esto último creemos que lo quisieron premiar…
Michel Camilo combina swing jazzero, frescura caribeña y la destreza clásica de quien fue un niño prodigio.
El resume buena parte de la visión latina del jazz…
Puede pasar de una atmósfera dramática a la cadencia del son, y del melodismo a la intensidad rítmica.
En su música hay Tumbao y bebop, y el chachachá puede mezclarse con el jazz con total naturalidad.
Como lo hicieron los maestros de los que aprendió: Machito, Chico O´Farrell, Ray Barreto y Mongo Santa María.
A pesar de la velocidad y la técnica, lo que impresiona es ese color solar que le pone a cada nota y acorde.
El texto de este programa pertenece a dos fuentes: un artículo de Gabriel Plaza, publicado en La Nación el 7 de Marzo de 2015, y de una página de biografías de músicos dominicanos.