FECHA: 12 de diciembre de 2017
REDACTOR: Aída Quintero Dip
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: Recetas de amor para los venerables ancianos.
Conozco una anciana venerable, como abundan en Cuba, se llama Joaquina Aranda Montoya, que es todo amor y sabiduría, siempre rodeada de cariño y de mimos familiares, la mejor receta para vivir más y mejor. Pensando en ella, medito en el deber de la sociedad y especialmente de sus seres más cercanos de proteger a esas personas, misión ennoblecedora que enaltece y concierne a todos.
Es necesario otorgarle la prioridad que el asunto merece y mirar con luz larga ya que para el 2025 se pronostica que la Isla estará entre las naciones más envejecidas de América Latina.
Pero desde hoy y cada día es preciso obrar en complicidad para hacerles el amanecer más placentero, y todo el tiempo de sus vidas, sin escatimar muestras de amor, primero amor, pues el arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza.
Los ancianos, por derecho propio, deben ocupar un sitio de privilegio en el hogar y en cada espacio y estructura de la sociedad, donde aún pueden disfrutar de la compañía de los descendientes, además de los encantos patrimoniales, históricos, culturales y del afecto de las personas que les rodean.
Para que esa etapa de atinados consejos y un caudal valioso de experiencia y sabiduría sea satisfactoria, es necesario prodigarles atención esmerada y crearles condiciones óptimas para una superior calidad de vida.
Es altamente criticable la actitud de quienes maltratan a los longevos con palabras o acciones, que no les proporcionan las atenciones que merecen, en una guagua, en un hospital, en la bodega, en la casa, donde no solo demandan alimentación adecuada para su edad, sino del aseo a su hora y también de distracciones propias a ese grupo etario.
En la aspiración de bienestar supremo para nuestros queridos viejos no pueden faltar las expresiones de afecto, cariño, y es preciso reiterarlo, además del apoyo sin medida en el hogar y en el seno de la familia, y en cada espacio público donde estas personas se encuentren, una cultura que es imprescindible ir arraigando.
Insertada en uno de los programas más sensibles forjados por la Revolución, la Atención al Adulto Mayor prioriza la asistencia integral, con énfasis en la salud, así como la reparación, mantenimiento y construcción de áreas más confortables como los hogares de ancianos y casas de abuelos.
“La mentalidad no debe ser que ya vivieron lo que iban a vivir, sino intentar mejorar su calidad de vida, para que el tiempo que les queda sea el mejor”, según criterios de investigadores sobre longevidad y envejecimiento y salud.
Con tal precepto como bandera debe trabajarse con las personas de la tercera edad, como una de las estrategias del Estado fruto de la labor conjunta del Gobierno y el Sistema de Salud, y con la premisa de que la solución de sus necesidades no es un favor que les hacemos, sino una retribución merecida por lo que hicieron con otras generaciones durante su paso por la existencia.
Pero volviendo a la venerable anciana Joaquina, debieran multiplicarse por cada rincón de esta hermosa Isla historias como la de ella.
Fue un comentario de Aída Quintero Dip en la voz de..
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