Marga: Todo comenzó hace unas 3 semanas. Andrea tuvo la idea.
Andrea: Se acerca Halloween y siempre hacemos lo mismo. Nos disfrazamos y salimos de marcha por la zona.
Marga: ¿Y eso no te gusta?
Andrea: ¡Claro que me gusta! Pero para salir de fiesta tenemos muchos fines de semana y la noche de los muertos es sólo una vez al año.
Marga: ¿Y qué quieres que hagamos?
Andrea: Algo diferente. . . ¿qué te parece jugar a la ouija?
Marga: No me gusta eso de hablar con los espíritus.
Andrea: No seas tonta. Mi primo y sus amigos lo hacen muchas veces y no pasa nada. El tiene una tabla que nos podría dejar.
Marga: ¿Pero no se necesitan más personas para hacerlo?
Andrea: Llamamos a Ana y Alicia, seguro que se apuntan. Quedamos el viernes a las 11 en mi casa, mis padres tienen cena y vendrán tarde. No me falles.
Marga: Tenía que haber fallado. No me gustan esas cosas pero no quería quedar mal con mi mejor amiga, así que allí fui.
Alicia: Siempre llegas tarde Marga, ya estamos todas. Además Miguel, el primo de Andrea se va a quedar.
Marga: ¿Si?
Alicia: Dice que siendo novatas no sabremos hacerlo y que él nos va a enseñar.
Marga: ¿No sería mejor dejarlo para otro día y montamos una fiesta?
Alicia: ¿Y arriesgamos a que Miguel se marche con sus amigos? Ni hablar, está muy bueno y yo quiero que se quede.
( a lo lejos) Andrea: ¡He vosotras 2! Dejad de cuchichear en la entrada y vamos para mi cuarto. Ya está todo listo.
Miguel: ¡Hola Marga! ¿Dispuesta a hablar con los espíritus?
Marga: ¡Qué remedio!
Marga: Era un chulo. Si, Miguel estaba muy bueno pero se lo tenía muy creído porque todas mis amigas estaban por él. Por eso no querían que se fuera y eran capaces de hacer espiritismo sólo porque él se fijara en ellas.
Andrea: Está todo listo: el tablero. el vaso. las velas...
Miguel: Muy bien primita, pero deja que sea el experto el que organice esto. Sentaos en círculo y daos las manos.
Marga: Alicia no perdió el tiempo y se sentó junto a Miguel. Teníamos que concentrarnos con los ojos cerrados, visualizar el vaso para que el espíritu entrara en él.
Miguel: Ahora que nuestras energías se han recargado, apoyad el dedo índice en el vaso y con los ojos cerrados concentraros durante unos minutos para que se materialice el espíritu.
Marga: Yo cerré los ojos pero no podía concentrarme en ese vaso de chupitos. Me parecía una tontería estar aquí pudiendo disfrutar de los bares de la zona, a tope a estas horas porque Andrea quería ver a un espíritu o Alicia ligar con Miguel. Pero eran mis amigas y ellas lo hubieran hecho por mí. No me gustaban los espíritus e imaginaba ese vaso lleno de bebidas de diferentes colores.
Marga: Al poco rato escuche un extraño ruido, como si alguien tragara saliva. No creo que fuera un espíritu. No tenía que abrir los ojos pero lo hice y. . . ¡¡allí estaban los 2!! Alicia y Miguel besándose y metiéndose mano a 1 metro nuestro mientras Andrea y yo seguíamos, como tontas, con nuestros dedos en el maldito vaso.
Marga: ¡¡ Ya os vale a los dos!! ¿Para eso me habéis traído aquí?
Andrea: ¿Qué pasa? Ya te vale Miguel, pensaba que nos ibas a ayudar y no que habías venido a ligar con Alicia.
Marga: Andrea y yo mirábamos a Miguel y Alicia y ella no sabía qué decir. Tampoco le dio tiempo. Todo ocurrió muy deprisa. Mi amiga y yo aún seguíamos con el dedo apoyado en el vaso cuando este comenzó a moverse con rapidez.
A...L. . .1. . .C. . .1. . .A ¡Alicia! Completó su nombre y seguidamente comenzó a hacer círculos en el tablero. Andrea y yo nos mirábamos asombradas. Nuestro dedo apenas seguía al vaso. Yo no lo movía y era imposible que Andrea lo hiciera.
Alicia: ¿Esa es vuestra venganza por besarme con Miguel? ¿Hacerme creer que un espíritu escribe mi nombre?
Andrea: No seas tonta Alicia, nosotras no estamos moviendo el vaso.
Marga: Y era cierto, nosotras no hacíamos nada y el vaso seguía moviéndose. Alicia: ¿Q-U-I-E-R-E-SJ-U-G-A-RC-O-N-M-I-G-O? ¿No se os ocurre poner otra cosa para darme miedo? Pues no, no me apetece seguir con este estúpido juego de la ouija.
Marga: No tenía que haber dicho eso porque el vaso cogió más velocidad, volvió a dar unos cuantos círculos y luego volvió a escribir: M-U-E-R-T-E. ¡Muerte! Ambas soltamos el dedo del vaso y este voló hacia la ventana (cristales rotos) Alicia: Sois un par de idiotas, me voy a mi casa. Aquí os quedáis con vuestro estúpido tablero. (portazo).
Miguel: Creo que será mejor que yo también me vaya.
Marga: Andrea y yo nos mirábamos. Había sido todo demasiado alucinante y rápido para reaccionar. No había sido tan divertido como planeaba mi amiga. Alicia se había mosqueado con nosotras y ese vaso. . . se había estado moviendo sólo. Os juro que desde esa noche creo ciegamente en los espíritus.
Marga: Será mejor que me marche a casa Andrea.
Andrea: Tienes razón, ya recojo yo todo esto.
Marga: ¿Estás bien?
Andrea: Asustada, supongo que igual que tú. Pero mañana será otro día y seguro que nos cambia la cara.
Marga: Andrea tuvo razón, pero fue todo peor.
(de lejos) Marga: Ya voy, ya voy. (pasos y abrir puerta) ¡¡Andrea!! ¿Qué te pasa?
Andrea: Acaban de llamarme los padres de Alicia, anoche no fue a casa. Marga: ¿No?
Andrea: Mi primo tampoco estaba esta mañana en su casa.
Marga: ¿Crees que se han ido juntos? Anoche se les veía muy bien.
Andrea: No lo sé, pero después de lo de anoche no estoy muy tranquila.
Marga: Vamos a esperar.
Marga: No tuvimos que hacerlo mucho tiempo. Mi amiga era portada del periódico. “Joven aparece muerta en extrañas circunstancias junto al vertedero municipal. Parece tratarse de un asesinato ya que se ha encontrado un vaso de chupitos en su boca, aunque no aparecen signos de violencia”.
Andrea: Mi primo sigue sin aparecer y la policía ha venido a interrogarme. Sospechan de él porque alguien los vi salir de mi casa.
Marga: Tu primo no es capaz una cosa así. Posiblemente se halla asustado con todo esto y por eso no aparece, pero pronto lo hará.
Andrea: ¿Tú crees, Marga?
Marga:Si.
Marga: Había mentido a mi amiga. Algo me hacía pensar que aquella tabla y el vaso estaban detrás de todo esto. Sólo acerté en una cosa, Miguel apareció pronto: Muerto también y con un vaso de chupito dentro de su boca.
Marga: De eso hace una semana. Al día siguiente Andrea desapareció también. Decían que se sentía culpable por lo sucedido y que se había escapado de casa para olvidar todo eso. Pero yo sé que no lo hará. Estoy seguro de que ella no quiso jugar tampoco y que está muerta. ¿Cómo lo sé? Hace 26 horas y 30 minutos que el tablero y el vaso aparecieron en mi habitación.
¿Q-U-I-E-R-E-S J-U-G-A-R? Dije que sí. Puse el dedo en el vaso y comenzó a girar. De vez en cuando me dice cosas como MIGUEL MALO, ALICIA LLORONA y cosas así.
Marga: Estoy cansada pero cada vez que retiro el dedo el vaso se mueve sólo ¿NO QUIERES JUGAR?
Tengo miedo de que se enfade, no quiero morir como mis amigos y debo seguir jugando con él hasta que se canse de mí.
JUEGA CONMIGO ¡O MUERE!