Por falta de fondos, desde junio de 2020, este portal de intercambios se encuentra congelado. Ha sido imposible mantener activo el sitio que ha crecido constantemente desde que se abrió en 2006. Queremos agradecer a quienes, de una u otra forma, apoyaron esta iniciativa de Radialistas Apasionadas y Apasionados: la oficina de UNESCO en Quito por aportar el empujón inicial; a CAFOD por confiar siempre en nuestras iniciativas; a HIVOS y la DW-Akademie por sus apoyos para ir mejorando la web y mantener el servidor; a Código Sur por sostener técnicamente Radioteca la mayoría del tiempo que estuvo activa; a Roberto Soto por su solidaridad técnica en estos últimos años; y la Red de Radios Comunitarias y Software Libre que, junto a Guifi.net, permiten que esta versión final de Radioteca siga en línea y no se pierdan nunca los audios que muchas radios nos confiaron a lo largo de 14 años.
Recomendamos Archive.org para guardar tus audios online.
Esta bonita historia habla de los recuerdos, esas cosas que nos han pasado y que es bueno contar a las personas que queremos. Un mensaje para aprender a respetar los recuerdos de todas las personas. Había una vez una gran ciudad de trigo, en la que gobernaba un gigante que tenía una hija llamada Rosamorado, como él odiaba los recuerdos le encomendó a su hija el trabajo de recoger todos los recuerdos del pueblo uno a uno, para luego revisarlos con guantes y pinzas, los lanzaba para que éstos se fueran lejos del sitio y así cuando cometía abusos nadie podría recordar nada. La niña hablaba con el trigo sobre la prohibición de su padre y por ello, estaba decidida a huir con todos los recuerdos que quisieran acompañarle, aunque confesó que tenía unos cuantos escondidos debajo de su camita. El trigo le respondió a Rosamorado que a pesar de aquella prohibición los recuerdos se escondían incluso en los marcos de los espejos ya que el ogro jamás se miraba en ellos. El padre de Rosamorado de tanto odiar los recuerdos perdió la memoria y la niña dejó de entregárselos, así éstos vivían libres por todo el palacio. Uno de los recuerdos que era bastante extraño se instaló en la oreja derecha del gigante y éste empezó a gobernar por lo que exigía fabricar muchos recuerdos y la ciudad se llenó de mentiras. Un día el gigante se enfermó y de un estornudo se llevó todo consigo, quedándose solo el trigo y Rosamorado para reconstruir la ciudad.
Compartir — copiar y redistribuir el material en cualquier medio o formato.
Adaptar — remezclar, transformar y construir a partir del material.
Bajo los siguientes términos:Atribución — Usted debe dar crédito de manera adecuada, brindar un enlace a la licencia, e indicar si se han realizado cambios.
No Comercial — Usted no puede hacer uso del material con propósitos comerciales.
Compartir Igual — Si remezcla, transforma o crea a partir del material, debe distribuir su contribución bajo la la misma licencia.
Como referencia, vale anotar que la historia original corresponde al libro La niña azul de Ana catalina Burbano.