COMENTARIO
FECHA: 30-10 -2018
REDACTOR: José Luis López Sado
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: ¿Se mantendrá o será “demolida” la nueva estructura?
Creo que no llegó para quedarse. La estructura que acaba de poner
en práctica la Dirección Nacional de Béisbol (DNB), aunque ciertamente es pareja para los 16 equipos que intervinieron en la primera fase de la actual temporada 58 cubana, deberá ser bien valorada de cara a la campaña del año 2019.
Como se conoce, de esos 16 conjuntos que comienzan la primera etapa de 45 juegos, avanzan los ocho mejores, y los lugares séptimo y octavo discuten una fase de comodines, para dejar en seis la cifra de elencos que avanza a la segunda etapa.
Pero la DNB creó un nuevo diseño competitivo, en el cual se arrastran únicamente los 15 juegos disputados entre ese sexteto de elencos agraciados, y no se suman las victorias y derrotas frente a los conjuntos que no clasificaron. Y esto no refleja con justeza lo que ocurrió sobre la grama.
La DNB busca que, si un equipo se escapa y asegura un cupo directo para la segunda etapa con varias fechas de antelación, no deje de
jugar con fuerza lo que resta del calendario.
Además, cada mentor les da descanso a sus principales figuras y decae el interés de la afición por el accionar de esa selección que ya tiene boleto. Ciertamente, es plausible ese interés. Pero esa no debe ser la fórmula para conseguirlo.
En el congresillo técnico realizado antes de empezar la serie, los 16 directores de equipos aprobaron el nuevo formato. Y como dice el viejo adagio, el que calla, otorga. Pero presumo que las opiniones actuales, de esos directivos, no concuerden luego de apreciada la situación que se presenta.
Por ejemplo, Holguín, que fue segundo en la tabla de posiciones
luego de finalizar la primera fase, arrancará la segunda ubicado en el sexto y último lugar, con paupérrimo balance de cuatro victorias y 11 derrotas.
Y Ciego de Ávila, que sin grandes contratiempos lideró la justa, estará en tercer escaño, a tres juegos de diferencia del conjunto de Las Tunas, que ocupó la cuarta posición, y ahora se ubica en la cima.
Totalmente injusto. Es cierto que, desde el comienzo de la serie, cada equipo tiene que salir al terreno con la meta de vencer a sus 15 rivales, pero ninguno puede mantener el mismo ritmo ganador durante los 45 partidos.
Fue un comentario de José Luis López Sado … en la voz de… y la realización de…
ACN RADIO
Audio disponible en esta dirección: https://radioteca.net/userprofile/ain_cuba/
FECHA: 30-10 -2018
REDACTOR: José Luis López Sado
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: ¿Se mantendrá o será “demolida” la nueva estructura?
Creo que no llegó para quedarse. La estructura que acaba de poner
en práctica la Dirección Nacional de Béisbol (DNB), aunque ciertamente es pareja para los 16 equipos que intervinieron en la primera fase de la actual temporada 58 cubana, deberá ser bien valorada de cara a la campaña del año 2019.
Como se conoce, de esos 16 conjuntos que comienzan la primera etapa de 45 juegos, avanzan los ocho mejores, y los lugares séptimo y octavo discuten una fase de comodines, para dejar en seis la cifra de elencos que avanza a la segunda etapa.
Pero la DNB creó un nuevo diseño competitivo, en el cual se arrastran únicamente los 15 juegos disputados entre ese sexteto de elencos agraciados, y no se suman las victorias y derrotas frente a los conjuntos que no clasificaron. Y esto no refleja con justeza lo que ocurrió sobre la grama.
La DNB busca que, si un equipo se escapa y asegura un cupo directo para la segunda etapa con varias fechas de antelación, no deje de
jugar con fuerza lo que resta del calendario.
Además, cada mentor les da descanso a sus principales figuras y decae el interés de la afición por el accionar de esa selección que ya tiene boleto. Ciertamente, es plausible ese interés. Pero esa no debe ser la fórmula para conseguirlo.
En el congresillo técnico realizado antes de empezar la serie, los 16 directores de equipos aprobaron el nuevo formato. Y como dice el viejo adagio, el que calla, otorga. Pero presumo que las opiniones actuales, de esos directivos, no concuerden luego de apreciada la situación que se presenta.
Por ejemplo, Holguín, que fue segundo en la tabla de posiciones
luego de finalizar la primera fase, arrancará la segunda ubicado en el sexto y último lugar, con paupérrimo balance de cuatro victorias y 11 derrotas.
Y Ciego de Ávila, que sin grandes contratiempos lideró la justa, estará en tercer escaño, a tres juegos de diferencia del conjunto de Las Tunas, que ocupó la cuarta posición, y ahora se ubica en la cima.
Totalmente injusto. Es cierto que, desde el comienzo de la serie, cada equipo tiene que salir al terreno con la meta de vencer a sus 15 rivales, pero ninguno puede mantener el mismo ritmo ganador durante los 45 partidos.
Fue un comentario de José Luis López Sado … en la voz de… y la realización de…
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