La música se parece más a un animal que al hombre. Es como si la música fuera una medusa o una mariposa. Tiene una animalidad, una cosa indomable. Por más que le escribamos o le combinemos lo que sea, siempre abarca mucho más. Y por otro lado despierta sentimientos que no están regidos por ningún rencor.
Cuando veo un milico me da vergüenza, no entiendo cómo una persona se puede haber dedicado a un quehacer tan vil. Tampoco entiendo a los sacerdotes, aunque lucen eróticos al lado de un militar. Cuando me veo a mí mismo veo desfasajes, pero ninguno llega a tener la arbitrariedad de estas figuras. Tampoco voy a decir que lo que veo es un Adonis. Veo un flaco que tiene que bajar la panza de tanta cerveza que toma y a veces es medio tarado. Todas cosas normales.
El texto del presente programa fue tomado de diversas declaraciones de Luis Alberto Spinetta a la prensa, que no fueron muchas.
Las últimas cuatro citas pertenecen al libro Martropía. Conversaciones con Spinetta, de Juan Carlos Diez.