Hay muchos músicos por el mundo que, si bien no se reconocen dentro del jazz, han tomado de él ese espíritu de libertad sin fronteras.
Las improvisaciones, las síncopas y el misterio.
Uno de esos músicos es el compositor, pianista y guitarrista brasileño Egberto Gismonti.
De él, escucharemos el álbum “No Caipira” de 1978.
Egberto Gismonti es considerado como uno de los compositores contemporáneos más importantes del mundo.
Nacido en el 47, en Carmo, cerca de Rio de Janeiro, de padre libanés y madre siciliana, nieto y sobrino de músicos.
Mostró “pasta” para la música ya de pibe, por lo que sus padres lo iniciaron en el estudio de distintos instrumentos y de la teoría.
No obstante haberse iniciado y permanecido muchos años en el estudio sistemático de la música académica, su interés por la música popular nunca estuvo ausente.
Desde el folklore de su país hasta Django Reinhardt y Jimmy Hendrix.
Según Gismonti, los logros de Hendrix en la guitarra, eran prueba de que la música popular y la erudita no necesitaban ser opuestas.
En los comienzos de su carrera, a fines de los años 60, se dio una polémica entre la crítica.
Se debatía si la música de Gismonti era erudita o popular. Cuarenta años después se terminó de aceptar que es las dos cosas.
Egberto Gismonti ha logrado traspasar todas las barreras geográficas y culturales, lo que hace imposible encasillar su arte.
Su formación musical se inició de niño y continuó en su adolescencia en el Conservatorio de Nova Friburgo.
En París, estudió con la legendaria Nadia Boulanger, también profesora de Piazzolla y Miguel Angel Estrella, y con Jean Barraqué, quien lo inició en el dodecafonismo.
Pero volvió a Brasil, para encontrar su propio lenguaje musical, mezclando la vanguardia europea con la música brasileña.
La carrera de Egberto Gismonti se inició en 1968 al presentarse en el tercer festival internacional de la canción, promovido por la red O Globo.
Graba su primer álbum en 1969 en su país, Brasil, junto a Paulo Sergio Valle.
Y se presenta en el festival de san remo, Italia.
En 1970, realiza una gira por Europa y graba en Francia, Italia, Alemania y Brasil.
En el 71, vuelve a Brasil e interviene en la banda sonora de 3 films.
“Agua e vinho” fue su tercer álbum, y luego vinieron “Egberto Gismonti” y “Academia de danzas”.
Su sello discográfico de entonces lo invita a terminar el contrato por tratarse de música instrumental, fuera de cualquier categoría, con temas muy largos y una producción costosa.
La miopía nunca se ha llevado bien con el arte.
En 1974, Gismonti participa en el Festival de Berlín con Hermeto Pascoal y Naná Vasconcelos.
Y en 1975, el sello alemán ECM lo convoca a grabar un álbum: éste fue “Danza das cabezas”, en dúo con el percusionista Vasconcelos.
La carrera artística de ambos cambia para siempre.
Gismonti regresa a Brasil, decidido a investigar la música de los indios del Amazonas.
Se puso en contacto con la tribu Yaguaiapití, en el alto río Xingú, solamente con su flauta.
Luego de dos semanas, el Jefe, Sapain, lo acepta.
Convive con los Xingú más de un mes., bajo la condición de propagar los valores de la gente del bosque lluvioso.
La carrera de Egberto Gismonti se extiende hasta el presente, a lo largo de más de 60 discos.
Hoy, en LPMR, escuchamos “No Caipira” de 1978 cuyas composiciones fueron : Saudazoes, No Caipira y Zabumba, Noca y Garrafa (¿), Pira y bambusal, Palacio de pinturas, Maracatú, Frevo, Selva amazónica, Uana luz y calimba, y nos despedimos con Cansao da espera.
Acompañan a Gismonti en este álbum Mauro Cenice en saxo, flautas, pífano y bambusal; Edoardo Nasario, en percusión y voz; Zeca Assumpsao en contrabajo; y la Cantina Orquestra, dirigida por Benito Juarez.