Si Marcel Duchamp dijo: “…son los espectadores los que hacen sus cuadros”, no serán los oyentes los que hacen la música?
Debemos al filósofo alemán Teodoro Adorno una tipología de las actividades de escucha.
Para él, la sociología de la música era la interacción entre el oyente y la propia música.
Para poner a prueba estos postulados, hoy vamos a escuchar el disco “Alborada del tango”, que el Cuarteto Cedrón grabó en 2004.
Para Adorno, hablar de música era hablar de obra.
Las obras musicales están objetivamente estructuradas y poseen una significación propia.
Los tipos de escucha cubren un terreno amplísimo, desde la conciencia desarrollada de los músicos profesionales hasta el de la absoluta incomprensión e indiferencia.
En un extremo está la obra material a escuchar y disfrutar, y en el otro la infinita variedad de reacciones objetivas.
En la tipología de Adorno, el primero es el experto: el oyente plenamente consciente, el que oye lo que va sucediendo, los instantes pasados, presentes y futuros.
El que es capaz de captar de forma distinguible la imbricación de la armonía y la polifonía compleja.
El que es capaz de una escucha estructural.
Es una escucha funcional que, aunque analiza la imbricación de lo simultáneo, está orientada hacia una síntesis.
Los tipos siguientes de Adorno parecen ser un degradado a partir del primero, el experto.
El buen oyente es el que advierte más allá del detalle musical, establece relaciones, juzga de manera fundada y no únicamente según las categorías de prestigio o gusto.
Pero no llega a ser consciente de las implicancias técnicas o estructurales.
Según Adorno, el buen oyente tiende a desaparecer, en beneficio de una polarización hacia los extremos:
…en un extremo el experto y en el otro los representantes de una escucha ligada al puro entretenimiento.
El texto que abordamos en el programa pertenece a Peter Szendy, de su libro
“Escucha. Una historia del oído melómano” de 2001.
En el programa de hoy de LPMR pusimos a la consideración de nuestra audiencia el disco “Alborada del tango”, que el Cuarteto Cedrón grabó en 2004.
Aquí el Cuarteto Cedrón estuvo integrado por Román Cedrón en contrabajo, Ricardo Moyano en guitarra, Miguel Praino en viola, Luis Bigoú en flauta, Gabriel Rivano en bandoneón, y Juan Tata Cedrón en voz y guitarra.
Dedicamos el programa a mis mejores compañeros, los muchachos milongueros, jugadores... y algo más.
Debemos al filósofo alemán Teodoro Adorno una tipología de las actividades de escucha.
Para él, la sociología de la música era la interacción entre el oyente y la propia música.
Para poner a prueba estos postulados, hoy vamos a escuchar el disco “Alborada del tango”, que el Cuarteto Cedrón grabó en 2004.
Para Adorno, hablar de música era hablar de obra.
Las obras musicales están objetivamente estructuradas y poseen una significación propia.
Los tipos de escucha cubren un terreno amplísimo, desde la conciencia desarrollada de los músicos profesionales hasta el de la absoluta incomprensión e indiferencia.
En un extremo está la obra material a escuchar y disfrutar, y en el otro la infinita variedad de reacciones objetivas.
En la tipología de Adorno, el primero es el experto: el oyente plenamente consciente, el que oye lo que va sucediendo, los instantes pasados, presentes y futuros.
El que es capaz de captar de forma distinguible la imbricación de la armonía y la polifonía compleja.
El que es capaz de una escucha estructural.
Es una escucha funcional que, aunque analiza la imbricación de lo simultáneo, está orientada hacia una síntesis.
Los tipos siguientes de Adorno parecen ser un degradado a partir del primero, el experto.
El buen oyente es el que advierte más allá del detalle musical, establece relaciones, juzga de manera fundada y no únicamente según las categorías de prestigio o gusto.
Pero no llega a ser consciente de las implicancias técnicas o estructurales.
Según Adorno, el buen oyente tiende a desaparecer, en beneficio de una polarización hacia los extremos:
…en un extremo el experto y en el otro los representantes de una escucha ligada al puro entretenimiento.
El texto que abordamos en el programa pertenece a Peter Szendy, de su libro
“Escucha. Una historia del oído melómano” de 2001.
En el programa de hoy de LPMR pusimos a la consideración de nuestra audiencia el disco “Alborada del tango”, que el Cuarteto Cedrón grabó en 2004.
Aquí el Cuarteto Cedrón estuvo integrado por Román Cedrón en contrabajo, Ricardo Moyano en guitarra, Miguel Praino en viola, Luis Bigoú en flauta, Gabriel Rivano en bandoneón, y Juan Tata Cedrón en voz y guitarra.
Dedicamos el programa a mis mejores compañeros, los muchachos milongueros, jugadores... y algo más.
