Tenemos que recordar cómo Jesús miraba con compasión a los que los poderes acusaban de pecadores pero echaba en cara de los que se creían buenos sin injusticias, su orgullo su deprecio de los más pequeños. El que esté sin pecado que tire la primera piedra... No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores. Por eso estos cantos claman un señor ten piedad donde los humildes se acogen a la compasión de Dios Padre y Madre.
Es triste que en nuestras parroquias no se canten estas letras... tal vez asusta el contenido de ellas, se prefiere los golpes de pecho y los ten piedad sin reflexionar qué piedad necesitamos que tengan de nosotros y la piedad el perdón la misericordia que debemos tener nosotros de los que están a nuestro lado. Meditemos cantemos y tengamos compasión