que el techo
estaba lleno
de flores,
vos
cantabas
a los espíritus
para festejar
que estábamos
vivos.
subías alto
y ellos
se acomodaban
para escucharte.
no sé,
sos tan azul
que la luna
se avergüenza
cuando no
te ilumina.
me quiero
caer dentro
de tus melodías
pero casi
siempre
me despierto
antes,
con la
sensación
de haberte
caminado
una vida
entera.