Las ballenas jorobadas, también denominadas yubartas, son unos cetáceos de gran tamaño, que pueden llegar a medir hasta 16 metros y pesar 36000 kilos. Curiosamente son unos animales acrobáticos que saltan sobre la superficie del mar para después golpear el agua.
Durante el siglo 19, este cetáceo fue un objetivo común de los balleneros. La creciente sofisticación de las armas causó una gran disminución en la población de ballenas jorobadas, llegando a niveles alarmantes, tan bajos como 700 individuos en el Atlántico Norte.
Sólo en el hemisferio sur fueron privadas de vida más de 100,000 ballenas jorobadas en el período 1900-1940. Hoy están amenazadas por la contaminación de su hábitat, los cambios del agua como consecuencia del cambio climático, las colisiones con las embarcaciones y por la captura incidental.
En el 1966 existía población mundial de 5.000 ballenas jorobadas, ese mismo año, la Comisión Ballenera Internacional prohibió la caza de ballenas jorobadas y en el año 1991 la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la ha clasificado como especie de “Preocupación Menor”.
Con esta protección se ha recuperado la población de ballenas jorobadas de unas 1.500 ballenas antes de la prohibición a alrededor de 20.000 individuos hoy en día.
Sin embargo, no debe bajarse la guardia pues, esta y otras especies marinas se encuentran en situación de riesgo.