Bienvenidos a una edición más del Espacio Social. Mi nombre es Miriam Flores y durante los siguientes treinta minutos haremos una revisión sobre los terremotos de los pasados 7 y 19 de septiembre, cuyos epicentros se localizaron al suroeste de Chiapas y en el sureste de Morelos, respectivamente. Para este recuento tendremos los testimonios de Sara Méndez, activista y defensora de Derechos Humanos que participó en la Misión de Observación de Ayuda Humanitaria, que recorrió la zona del Istmo de Tehuantepec atestiguando la falta de coordinación gubernamental. Asimismo presentamos las declaraciones de Gabriela León, una doctora oaxaqueña que salió a las calles de la Ciudad de México para auxiliar a quien lo necesitara. Y en un segundo corte hablaremos sobre la presentación en Oaxaca del libro La verdadera noche de Iguala, investigación periodística sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa de Anabel Hernández.
En esta ocasión nos acompañará en los cortes musicales una selección de música tradicional de la Ciosta Chica de Guerrero y Oaxaca ¡INICIAMOS!
El pasado 7 de septiembre de 2017 un sismo de 8.2 grados en la escala de Richter causó destrucción en los estados de Chiapas y Oaxaca; dos semanas después, el 19 de septiembre, un sismo de 7.1 grados volvió a sacudir al país, esta vez afectando a los estados de Puebla, Morelos, Oaxaca y a la Ciudad de México, en donde se han registrado el mayor número de muertes. Nuestro país se encuentra en una zona privilegiada en el planeta que le ha dado una gran biodiversidad, pero también se localiza en un punto en donde se tiene interacción con cinco placas tectónicas: la de Cocos, de Norteamérica, del Pacífico, de Rivera y del Caribe. Cinco días después del primer terremoto, el cual causó grandes afectaciones, especialmente en la región del Istmo, siete organizaciones expertas de la sociedad civil conformaron una Misión de Observación de Ayuda Humanitaria que recorrió la zona atestiguando la falta de coordinación gubernamental en la distribución de la ayuda humanitaria y el uso discrecional de los escasos recursos que han llegado a la zona. Habla Sara Méndez.
Exactamente a 32 años del terremoto de 1985, la tarde del martes del 19 de septiembre un sismo de magnitud 7.1 sacudió el centro de México y decenas de edificios se desplomaron en la capital del país. Al menos 293 muertos -entre ellos una treintena de niños—, es el saldo. Inmediatamente los ciudadanos volcaron en las tareas de ayuda. Este es el testimonio de una doctora oaxaqueña.
Si el caso Ayotzinapa cimbró al país, el libro “La verdadera noche de Iguala” de la periodista Anabel Hernández, representa prácticamente otra sacudida para los mexicanos. El pasado 13 de septiembre la Anbel Hérnandez acompañada de familiares de Cristián Tomás Colón Garnica, estudiante desaparecido originario de Oaxaca, voceros del Comité de Padres y Madres de Ayotzinapa e integrantes del Espacio Civil de Oaxaca, presentó su investigación periodista en la ciudad y esto fue lo que dijo.
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