En los últimos años hemos visto crecer el protagonismo de las mujeres a todo nivel, y dentro del mundo indígena también fuimos testigos de un empoderamiento antes nunca visto. Tal es el caso de algunas mujeres indígenas que se destacaron por su participación política dentro de un mundo de hombres. Y especialmente a través de su protagonismo como representantes de partidos políticos propios. Ese fue el caso de Marychuy, el año pasado en las elecciones de México, representando a los Pueblos Indígenas de ese país. Y ahora, en estos días, hemos visto el caso de Thelma Cabrera, una indígena Maya-Mam de Guatemala que se postuló como candidata a la Presidencia de su país por el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MPL), cuya organización base fue el Comité de Desarrollo Campesino (CODECA), en donde ella viene militando desde hace 26 años. Desde su fundación en 1992, CODECA, tiene la premisa del derecho al acceso a la tierra y aboga por la nacionalización de la energía y defensa del territorio indígena. El público guatemalteco que al principio de la campaña prácticamente no la tenía en cuenta, finalmente se sorprendió porque Thelma alcanzó el cuarto puesto con un 10 por ciento de apoyo. Thelma dice que si ganaba pensaba:“Impulsar el proceso de asamblea constituyente popular y plurinacional, construirla con la participación de los maya, garífuna, xinca y mestizas para el buen vivir”. Lamentablemente no se dio, pero se abrió un interesante espacio para continuar en este camino de representatividad política.