como quien vuelve de un país de espadas
yo volví de tus lágrimas
jorge luis borges
en todo caso, un nosotros, un después,
en todo caso si hubiésemos querido aquellas cañas,
si hubiésemos…si no hubiésemos…
pero…en fin, después de nada,
al fin y al cabo un poco de nosotros en unas cartas,
pero como siempre…olvidar nada,
y si al final alguna vez te despertaras,
igual no podríamos: ni rechazar de nuevo
la luz de la mañana
ni refugiarnos entonces en la luz de las paredes,
tal vez vos y yo nunca estuvimos aquí,
siempre allá, siempre de paso,
quizás ahora la intimidad del cuadro,
la secreta estima de nuestras miradas,
no lo recuerdas: ves, todo pasa,
basta de insomnio, laurel,
insomnio de manos,
tiempo refugiado
compartido,
acaso,
y si después de tanto y tanto pensar en nada,
y si al final no fue más de unos momentos,
algún vivir irremediablemente convencido
de todo y nada,
aunque ya no quieras,
aunque yo no entienda
el sentido vano de las palabras,
la vida aquella navegada juntos
apenas duerme
en la memoria
de todo
y
nada.
enero de 1989