Abogada titulada en la Pontificia Universidad Católica de Chile y profesora de Derecho durante más de 25 años en otras universidades, no fue fácil para María Sandra Pinto, superar el diagnóstico entregado por los doctores luego de una operación a la columna: tetraplejia irreversible. Con una pequeña hija adoptada hacía recién tres años, debía seguir adelante y recuperarse a como diera lugar. Su fuerza de voluntad logró lo imposible, una rehabilitación parcial que hoy le permite caminar con ayuda algunos pasos y moverse en una silla a motor.
“Toyp, es una maravillosa sorpresa que parece inacabable”, dice la autora, refiriéndose a su protagonista, pero también a su hija.
“Sus grandes aptitudes deportivas y artísticas y la manera de cuidar su alimentación de forma de favorecer su salud; la peculiar manera de percibir el entorno; las críticas hacia su madre y el mundo adulto, que revelan una especial sabiduría”, asegura.
“Toyp aprendió desde muy pequeña a entender la ancianidad y la discapacidad, como algo natural y, por consiguiente, valores como la inclusión, la empatía, generosidad, parecieran ser casi innatos. Vive en la interculturalidad que ha traído la migración, gozándose de ella”, continúa.
“No acepta tan simplemente las ideas religiosas tradicionales. Las amplía y modifica. Discute la dualidad propia del cristianismo, casi sin proponérselo y acepta de manera natural la vida de otras dimensiones y un mundo espiritual del que parece saber más de lo que dice”, cuenta Marisandra, con orgullo.
TOYP es una novela para toda la familia, con un lenguaje sencillo que ayudará a padres y madres a explicar la felicidad, las cosas buenas, la enfermedad y la muerte. Un pequeño gran libro que invita a revisar la vida. ¿Triste? ¡No! Una historia esperanzadora, que lleva a conversar sobre lo que realmente importa, lo que vale la pena.