Ensamble circular fue un grupo de arte experimental creado por Ulises Labaronnie en 1999, en El Bolsón, Provincia de Rio Negro.
A partir de entonces ha elaborado una original fusión de música experimental, étnica y electrónica. Al proyecto se le unieron diversos artistas a lo largo de 12 años.
Esta agrupación grabó numerosos trabajos, realizó giras, música de películas, workshops, y participaciones en Festivales Nacionales e Internacionales.
Según explicó Labaronnie : “Hay mucho trabajo de laboratorio que demanda muchas horas de dedicación…
… no se puede hacer música experimental de otra manera cuando uno trabaja en un campo que es tierra de nadie”
Desde hace más de 20 años, Ulises Labaronnie, se dedicó activamente a la integración de sonido e imagen, creando y produciendo música, video y fotografía.
Especializado en el sonido climático, espacial, producido tanto con sintetizadores como con guitarras…
…con un interés por las músicas de diversas culturas, desarrolló un estilo personal e identificable, que ha sido plasmado en numerosos discos, videos, música para cine, TV, documentales, video games y planetarios.
A los 21 años decidió por dedicarse a la música y se fue a vivir a la Patagonia, a El Bolsón.
Allí formó un ensamble de música experimental denominado Ensamble Circular que duró doce años, y editó 18 discos.
Labaronnie se define como un músico experimental, con un enfoque que trasciende los límites estilísticos y que convergen en un estilo personal y único.
La música, para él, tiene que transmitir, y para que lo haga debe contener un lenguaje que el receptor también hable.
Compone tanto música tonal, atonal, tonal-atonal y electroacústica, utiliza todo tipo de equipos, pero siempre buscando que el oyente en algún momento tenga un “banquito donde sentarse”.
Durante su juventud se nutrió de todo tipo de música, como la electroacústica, el jazz y el rock progresivo.
Entre aquellos artistas que más lo influenciaron se encuentran Brian Eno, Robert Fripp, John Cage, Morton Feldman, Karlheinz Stockhausen y Oliver Messiaen.
Un sonido en sí mismo puede representar una idea musical.
Toda la música conocida como electroacústica trata de esto.
El sonido está en la base de las ideas musicales junto con el silencio.
Las propiedades elementales del sonido son la altura y la intensidad, producida por la vibración de los elementos sonoros.
Es decir, las cuerdas, la columna de aire de un oboe, o la piel de un bombo, o una señal electrónica.
El timbre corresponde a las voces de los instrumentos, a la naturaleza de los cuerpos sonoros.
Las ideas musicales toman el color tímbrico de los instrumentos con que se pronuncian.
Los timbres se consideran puros cuando se trata de un solo instrumento, y se los designa como “empastados” cuando una misma idea musical proviene de varios instrumentos…
…o de determinadas armonías producidas por un mismo instrumento.
El oyente debe hacerse una idea clara del timbre que caracteriza una idea musical.
Una melodía es simétrica cuando está formada por secciones melódicas que se desarrollan con el mismo número de pulsaciones rítmicas.
En cambio, la melodía asimétrica se desarrolla mediante fragmentos siempre nuevos y en distintas cantidades de tiempo.
Las ideas musicales sufren cambios durante la composición.
Esos cambios pueden ser simples repeticiones, o cambios de notas o ritmos, procurando que la idea musical siga siendo reconocible por el oyente.
Cuanto más largas y simétricas son las composiciones, más difícil es de reconocer.
Las secciones melódicas que forman las ideas musicales se dividen en numerosas subcategorías: semifrase, frase, período o motivo.
Según la época histórica, se ha empleado uno u otro.
Las ideas musicales nacen en el ámbito de la tonalidad, una suerte de fetiche de la música occidental.
De una manera más general, las tonalidades mayores se consideran afirmativas y optimistas; y las menores, intimistas y melancólicas.
La falta de tonalidad, aún para un oído entrenado, puede remitirnos al desconcierto o a la fascinación.
Cuando comenzó a imponerse la tonalidad, la música se interpretaba con instrumentos de cuerda y de viento, sin dificultades para interpretar los sonidos.
Con la incorporación de trompas y trompetas, se hizo más difícil la entonación de ciertos sonidos.
Los difíciles pertenecían a ciertas tonalidades, y los fáciles a otras.
Los comentarios de este programa pertenecen a Claudio Cascini, del libro “El arte de escuchar la música”, de 2006, publicado en Argentina por la editorial Paidós…
…y de la página de Ulises Labaronni, artículo escrito por Jazmín Cusse.
En el programa de hoy escuchamos distintas composiciones interpretadas por Ensamble circular, un proyecto de arte multimedia creado por Ulises Labaroní en 1999 en El Bolsón, Provincia de Rio Negro.
Integran Ensamble circular Ulises Labaronnie , Patricia Pilgrim, Ezequiel Rosso, y Sebastian Hainig.
Dedicamos el programa a la palomita que al amanecer lloraba.
A partir de entonces ha elaborado una original fusión de música experimental, étnica y electrónica. Al proyecto se le unieron diversos artistas a lo largo de 12 años.
Esta agrupación grabó numerosos trabajos, realizó giras, música de películas, workshops, y participaciones en Festivales Nacionales e Internacionales.
Según explicó Labaronnie : “Hay mucho trabajo de laboratorio que demanda muchas horas de dedicación…
… no se puede hacer música experimental de otra manera cuando uno trabaja en un campo que es tierra de nadie”
Desde hace más de 20 años, Ulises Labaronnie, se dedicó activamente a la integración de sonido e imagen, creando y produciendo música, video y fotografía.
Especializado en el sonido climático, espacial, producido tanto con sintetizadores como con guitarras…
…con un interés por las músicas de diversas culturas, desarrolló un estilo personal e identificable, que ha sido plasmado en numerosos discos, videos, música para cine, TV, documentales, video games y planetarios.
A los 21 años decidió por dedicarse a la música y se fue a vivir a la Patagonia, a El Bolsón.
Allí formó un ensamble de música experimental denominado Ensamble Circular que duró doce años, y editó 18 discos.
Labaronnie se define como un músico experimental, con un enfoque que trasciende los límites estilísticos y que convergen en un estilo personal y único.
La música, para él, tiene que transmitir, y para que lo haga debe contener un lenguaje que el receptor también hable.
Compone tanto música tonal, atonal, tonal-atonal y electroacústica, utiliza todo tipo de equipos, pero siempre buscando que el oyente en algún momento tenga un “banquito donde sentarse”.
Durante su juventud se nutrió de todo tipo de música, como la electroacústica, el jazz y el rock progresivo.
Entre aquellos artistas que más lo influenciaron se encuentran Brian Eno, Robert Fripp, John Cage, Morton Feldman, Karlheinz Stockhausen y Oliver Messiaen.
Un sonido en sí mismo puede representar una idea musical.
Toda la música conocida como electroacústica trata de esto.
El sonido está en la base de las ideas musicales junto con el silencio.
Las propiedades elementales del sonido son la altura y la intensidad, producida por la vibración de los elementos sonoros.
Es decir, las cuerdas, la columna de aire de un oboe, o la piel de un bombo, o una señal electrónica.
El timbre corresponde a las voces de los instrumentos, a la naturaleza de los cuerpos sonoros.
Las ideas musicales toman el color tímbrico de los instrumentos con que se pronuncian.
Los timbres se consideran puros cuando se trata de un solo instrumento, y se los designa como “empastados” cuando una misma idea musical proviene de varios instrumentos…
…o de determinadas armonías producidas por un mismo instrumento.
El oyente debe hacerse una idea clara del timbre que caracteriza una idea musical.
Una melodía es simétrica cuando está formada por secciones melódicas que se desarrollan con el mismo número de pulsaciones rítmicas.
En cambio, la melodía asimétrica se desarrolla mediante fragmentos siempre nuevos y en distintas cantidades de tiempo.
Las ideas musicales sufren cambios durante la composición.
Esos cambios pueden ser simples repeticiones, o cambios de notas o ritmos, procurando que la idea musical siga siendo reconocible por el oyente.
Cuanto más largas y simétricas son las composiciones, más difícil es de reconocer.
Las secciones melódicas que forman las ideas musicales se dividen en numerosas subcategorías: semifrase, frase, período o motivo.
Según la época histórica, se ha empleado uno u otro.
Las ideas musicales nacen en el ámbito de la tonalidad, una suerte de fetiche de la música occidental.
De una manera más general, las tonalidades mayores se consideran afirmativas y optimistas; y las menores, intimistas y melancólicas.
La falta de tonalidad, aún para un oído entrenado, puede remitirnos al desconcierto o a la fascinación.
Cuando comenzó a imponerse la tonalidad, la música se interpretaba con instrumentos de cuerda y de viento, sin dificultades para interpretar los sonidos.
Con la incorporación de trompas y trompetas, se hizo más difícil la entonación de ciertos sonidos.
Los difíciles pertenecían a ciertas tonalidades, y los fáciles a otras.
Los comentarios de este programa pertenecen a Claudio Cascini, del libro “El arte de escuchar la música”, de 2006, publicado en Argentina por la editorial Paidós…
…y de la página de Ulises Labaronni, artículo escrito por Jazmín Cusse.
En el programa de hoy escuchamos distintas composiciones interpretadas por Ensamble circular, un proyecto de arte multimedia creado por Ulises Labaroní en 1999 en El Bolsón, Provincia de Rio Negro.
Integran Ensamble circular Ulises Labaronnie , Patricia Pilgrim, Ezequiel Rosso, y Sebastian Hainig.
Dedicamos el programa a la palomita que al amanecer lloraba.
