PRINCESA Vete ya, Zeus, que está amaneciendo.
ZEUS No, hoy no habrá amanecer. Sol, yo te lo ordeno, no te levantes hoy para que yo pueda seguir acostado.
LOCUTORA Y el gran Zeus ordenó al sol que no saliera puntual para alargar las horas del placer.
CONTROL MÚSICA MÁGICA
LOCUTOR La diosa Hera, esposa de Zeus, dándose cuenta de la infidelidad, se llenó de cólera. Y todavía mayor fue su indignación cuando supo que la princesa Alcmena había quedado embarazada.
HERA ¡Sinvergüenza!... Ahora sabrá Zeus yo también tengo mis mañas.
LOCUTORA Igual que Zeus alargó la noche, la diosa Hera alargó la preñez de la joven princesa.
EFECTO LLANTO DE BEBÉ
LOCUTOR Pero a los 10 meses, sin poder retenerlo más, la princesa Alcmena dio a luz un varón bello y fuerte, un semidiós, al que llamó Hércules.
LOCUTORA Desde que Hércules nació, su padre Zeus lo consideró el favorito entre sus muchos hijos.
LOCUTOR La diosa Hera, dominada por los celos, envió dos serpientes para envenenar al recién nacido. Hércules, un bebé muy fornido, las estranguló en la cuna, antes que lo mordieran.
LOCUTORA Entonces, el mensajero de los dioses vino en ayuda de la princesa Alcamena, la madre de bebé Hércules .
MENSAJERO Tu hijo corre un gran peligro, triste Alcmena. Tienes que convertirlo en inmortal.
PRINCESA ¿Pero cómo podré lograr algo así? Dímelo tú, mensajero.
MENSAJERO Sólo si el niño mama de los espléndidos pechos de la gran diosa Hera.
PRINCESA Pero la diosa Hera me odia por ser éste un hijo de infidelidad
MENSAJERO Déjame a mí, yo te ayudaré.
LOCUTORA El mensajero tomó al niño en brazos, lo llevó donde la diosa Hera dormía, y lo puso en su seno para que mamara la leche de la inmortalidad.
LOCUTOR Pero Hércules chupó de los pezones de la diosa con tanta fuerza que ésta despertó, lo retiró bruscamente y la leche de su seno se derramó por el cielo en un chorro inmenso, un magnífico río de leche blanca y brillante.
LOCUTORA Así se formó, según la leyenda griega, la Vía Láctea.
CONTROL MÚSICA CÓSMICA
LOCUTOR La Vía Láctea se ve en las noches despejadas. Cuando levantamos los ojos al cielo, la mayoría de las estrellas que observamos pertenecen a los brazos espirales de esta colosal galaxia en la que vivimos.
LOCUTORA 400 mil millones de estrellas la forman. Si nos pusiéramos a contarlas una a una, una por segundo, tardaríamos 12 mil años.
LOCUTORA Una de esas estrellas, amarilla y de tamaño mediano, es el Sol, nuestro Sol.
LOCUTOR La Vía Láctea es apenas una galaxia entre las 100 mil millones que pueblan el espacio y el tiempo.
LOCUTORA Somos literalmente una gota de leche en la inmensidad del cosmos, una minúscula gotita de aquel chorro de leche divina que salpicó la noche del universo.
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BIBLIOGRAFÍA
Carl Sagan, Un punto azul pálido, Planeta, España 1995.
INTERACTÍVATE
¿Qué mitos conoces en tu cultura relativos al cielo y las estrellas? ¿Por qué no los grabas y transmites?