Estamos refiriéndonos a un instrumento articulado, transnacional, no solamente en AL sino en el mundo. Medio Oriente, Siria, Ucrania, etc. Por ejemplo, Al-Qaeda está en Ucrania, Colombia en Afganistán, en fin, un largo etc. Que no existe la menor duda, aunque lo nieguen o nos neguemos a creerle a los hechos y evidencias: Hay una globalización de la maquinaria reaccionaria. No se trata de una teoría conspirativa de algunos, sino de una conspiración en curso y permanente.
Claro que el problema de fondo, el tema de fondo, el interés de fondo es económico, unido al tema político.
Fosas comunes en Guatemala. Exhumaciones.
Frente al tema de la represión, la conspiración y la resistencia y lo que acá se ha dicho, creo que el mayor ejemplo de una sociedad civil fuerte es Guatemala. Un millón en el exilio, un millón desplazados, de un país de 10 millones de habitantes. 250 mil asesinados. ¿Quién es el Presidente actual? ¿Cuál es el gobierno de Guatemala hoy? Un gobierno militar, de Otto Pérez Molina, un represor reconocido de la época del genocidio en el poder, de una parte, y una incansable y valiente resistencia popular enfrentando esta maquinaria. En Guatemala se sigue reprimiendo, encarcelando y luego de 16 años de la firma de la paz, sigue la estrategia de terror y persecución con todos los recursos y todo el poder. Sin embargo, desde abril, todos los sábados salen a la calle miles, a exigir la renuncia de Pérez Molina. Han conseguido en este contexto adverso, las renuncias de altos funcionarios muy poderosos. Se creó una Comisión que persiste en contravía del régimen y se han capturado 50 personas vinculadas al narco, al terror y al crimen organizado desde la guerra. Hay movimientos admirables en Colombia. Para mí, el del Cauca indígena es el mejor ejemplo. Pero Guatemala es un ejemplo increíble de cómo resiste y despierta una sociedad a pesar de tanta represión. Nosotros en Colombia, todavía no, si nos comparamos con el valor de los pueblos en Guatemala.
Desde Alemania Nazi se estudia cómo reacciona la gente ante el autoritarismo. El resultado recurrente es que el 70% de la población manifiesta indiferencia frente a estas realidades. Sin esta indiferencia, les sería imposible implementar sus proyectos de terror para beneficio de unos pocos. En este sentido, hay que mirar más a Guatemala y aprender desde allí.
Manuel Rozental:
Ellos si aprenden de lo que han hecho en Guatemala y de lo que han generado. Un ejemplo pertinente y actual es el proceso de paz. Todo indica que el modelo que sigue el régimen es, precisamente, el de la paz de Guatemala. Ignorar el proceso de paz de Guatemala es hacer lo contrario de lo que hace el régimen, que se sirve de esta lección y sus resultados. A la luz de lo sucedido en Guatemala, en Colombia el modelo de paz se está configurando de manera que no se desmantela la estructura de poder y control, sino que se profundizan para obtener beneficios y acceso a riquezas y recursos a los que no accedieron con la guerra. Al respecto la paz del régimen, según la percibió el Pueblo Ixil en su momento y con una sabiduría contundente, es la prolongación de la guerra por otros medios para la dominación, el despojo y la acumulación. En otras palabras, esa paz es, ha sido, la utilización de otros recursos de despojo, de manera que se sigue haciendo la guerra contra pueblos, por riquezas y territorios. A esto, reconocido por detrás de las máscaras de la retórica y de los rituales de propaganda, a este engaño, los pueblos indígenas han estado resistiendo en la guerra abierta y en la paz que impone esa guerra permanente.
La ultraderecha, de múltiples maneras, consigue operar su maquinaria en todo el mundo, sobre la base de experiencias acumuladas y modelos flexibles, para que el terror se despliegue siempre, según se requiera (es un asunto de magnitud y extensión) para garantizar el despojo, la sumisión, la explotación y mantener el poder y control respecto del que muchos no caemos en cuenta por muchas razones. Una de ellas, porque nos preocupa ser tildados como exagerados por los mismos agresores y por nuestros interlocutores más cercanos y minimizamos nuestra perspectiva asumiendo que, a menos que lo podamos demostrar (como si no se pudiera) esta estrategia de terror no es tan global ni tan total. Nosotras y nosotros le quitamos el filo a la guerra de terror y no atendemos la resistencia que requerimos en consecuencia. Si uno se niega a reconocer la agresión, no puede organizarse para resistirla. Este es el éxito mayor del proyecto totalitario que avanza y se coordina a la conspiración de las derechas. Nunca como hoy ante esta conspiración global que salta a la vista ha sido tan indispensable y urgente organizar nuestra resistencia, y nunca tan invisible y rechazada y postergada desde nosotros mismos esta necesidad que nos reclama toda nuestra creatividad y compromiso