Radioteca ya no recibe más audios. Los audios existentes permanecerán en línea.

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Por falta de fondos, desde junio de 2020, este portal de intercambios se encuentra congelado. Ha sido imposible mantener activo el sitio que ha crecido constantemente desde que se abrió en 2006. Queremos agradecer a quienes, de una u otra forma, apoyaron esta iniciativa de Radialistas Apasionadas y Apasionados: la oficina de UNESCO en Quito por aportar el empujón inicial; a CAFOD por confiar siempre en nuestras iniciativas; a HIVOS y la DW-Akademie por sus apoyos para ir mejorando la web y mantener el servidor; a Código Sur por sostener técnicamente Radioteca la mayoría del tiempo que estuvo activa; a Roberto Soto por su solidaridad técnica en estos últimos años; y la Red de Radios Comunitarias y Software Libre que, junto a Guifi.net, permiten que esta versión final de Radioteca siga en línea y no se pierdan nunca los audios que muchas radios nos confiaron a lo largo de 14 años.

Recomendamos Archive.org para guardar tus audios online.

Viernes 4 de mayo
Descripción:

Lecturas Diarias

Libreto:
Hermanos, ustedes que pertenecen al pueblo de Dios, que han sido llamados por Dios a ser suyos, consideren atenta-mente a Cristo Jesús, el apóstol y sumo sacerdote gracias al cual nosotros profesamos nuestra fe.

Hebreos 3,1

Cuando nos sentamos a hablar con nuestros hijos o a tomar mate con amigos, y los chistes y la charla informal giran a una conver-sación más profunda, surgen los recuerdos y las lecciones de vi-da de las personas que dejaron huellas en nosotros. Cuántas ve-ces comenzamos diciendo: “tu abuelo siempre decía…”,” tuve un profesor que nos enseñó…“,y vamos recordando las frases que están guardadas en nosotros.

¿Cuándo pasa a ser Jesús la persona más importante para un cristiano? ¿Cuándo dejaremos que Jesús sea lo más importante en nuestra vida?

Hoy o tal vez mañana, cuando hablemos con alguien que necesite escuchar palabras de vida y podamos comenzar diciendo “Jesús nos enseñó…“, y sentir que Jesús dejó huellas profundas en no-sotros.

Llévame donde los hombres necesiten tus palabras, necesiten mis ganas de vivir, donde falte la esperanza, donde falte la ale-gría simplemente por no saber de ti.

Te doy mi corazón sincero para gritar sin miedo lo hermoso que es tu amor. Señor tengo alma misionera, condúceme a la tie-rra que tenga sed de vos.(Canción: Alma misionera – Hermana Glenda)

Gabriela García Feege-Janecki

Hebreos 3,1-6


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