Deuteronomio 16,18
Jueces, juzgar, justo, juicio…
Reducción de condenas, mirar para otro lado, corrupción, acompañar al poder de turno…
Hecha la ley, hecha la trampa, dice un dicho popular. Va preso el que roba una gallina pero no aquel que se roba todo; liberan a personas muy peligrosas…
¿Existe la justicia humana?
¿Tenemos la capacidad de juzgar libremente sin dejarnos influir por nada?
¿Tenemos la sabiduría para resolver conflictos?
¿O nuestro egoísmo y conveniencia siempre están por sobre las leyes?
¿Hay alguien que pueda ser justo?
Sólo Dios. Sólo Cristo. Sólo el Espíritu Santo.
Narciso Weiss
Deuteronomio 16,18-20