No hay disposición a reconocer la estrategia de terror en todas sus dimensiones. Claudia Julieta dice con razón que la comprensión de esta estrategia es importante; fundamental.
Otra cosa. Buscamos tener una teoría para entender las cosas. La necesitamos tal vez pero no siempre, lo que mas necesitamos es saber pensar, reconocer nuestra reflexión critica sobre lo que queremos pensar. En ese sentido, ¿Cómo nombramos estas cosas para poder reconocerlas y enfrentarlas? Proyecto reaccionario, paramilitares, etc.? En los 70 decíamos contrainsurgente, paramilitar. En otras palabras, fragmentamos y segmentamos como discontinuo, un proyecto único. Tal vez podamos contribuir a esclarecer las cosas si las nombramos apropiadamente para desfragmentar y entender la continuidad e integralidad de este proyecto. Si por ejemplo, de lo que acá resulte, denominemos esta maquinaria con un nombre que lo describa y lo recoja, incluyendo, por ejemplo, que tenga y tiene especificidad en cada país ¿Cómo nombramos esto de lo que estamos hablando?
Rubén Martín.
Existe esa maquinaria de terror para el despojo. Tal vez ayude hacer estos aportes:
En México no hay paramilitarismo como en Colombia o Guatemala. Los hechos de Ayotzinapa ocurrieron bajo un gobierno del PRD. Supuestamente de izquierda. Esta estrategia de terror para el despojo y acumulación está siendo implementada por todos los partidos, de todas las tendencias.
En México sucede algo muy parecido a Colombia. Los carteles operan con el estado. La fuga del Chapo Guzmán no pudo suceder sin la complicidad y complacencia del Estado. La implementación de esta estrategia necesita de mucha violencia. En México también. Algunos datos hablan por sí mismos: En EEUU hay entre 12 y 15 millones de mexicanos expulsados por terror y hambre. Hay 1 millón de desplazados internos en México. 200 mil por terror. 230-240 mil muertos y 40 mil desaparecidos en la cifra oficial que puede ser 4 veces mayor o aún más alta.
Hay una vertiente para explicar la violencia y sus orígenes que debemos tener en cuenta. La violencia terrible de descabezados, pozoleados, y otras atrocidades, en algunos casos viene de entrenamiento de contrainsurgencia. Por ejemplo, El Cartel del Golfo: En sus orígenes fueron entrenados por el ejército guatemalteco y por la Escuela de las Américas.
Pozolear, es el nombre que se le da a una técnica para disolver y desaparecer cadáveres. Una técnica y estrategia incluidas en el entrenamiento contrainsurgente. Un empleado de una célula del narco en Tijuana, se conoce como El Pozolero. Deshizo más de 300 cuerpos. Contrataron a Israelíes quienes los entrenaron en estas técnicas. Este y otros muchos datos documentan el carácter transnacional de esta maquinaria.
El Pozolero
En México se intentó una reestructuración en el curso de la implementación de estas iniciativas. Las Autodefensas de Michoacán surgen como un intento de ¡Ya Basta! frente al crimen organizado. Como recordarán, fue aprovechado el procesos de las autodefensas de base comunitaria por el ejército mexicano para cooptarlas y controlar la violencia en Michoacán.
Hay naturalmente casos referentes de autodefensa legítima y colectiva. Por ejemplo, Santa María Ostula. Se han organizado para protegerse del crimen organizado: armados. Tanto antes como en el ataque reciente en el que muere un niño por disparos del ejército, siempre han denunciado que actúan con el ejército, la marina, autoridades nacionales y federales.
En otras palabras, la evidencia habla por sí misma: Esta hidra tiene cabezas en fuerzas del estado, en el narco y en el crimen organizado, que se articulan.
El crimen organizado trabaja para el despojo y la acumulación. Se articulan así con Empresas transnacionales.