Disparos a la cara, allanamientos ilegales, suplantación de identidad, causas armadas, policías borrachos. Algunas de las denuncias de los vecinos del barrio La Loma de Alto Comedero sobre la violenta represión de que fueron víctima el domingo, día de la madre. Barrio la Loma es un barrio de trabajadores precarizados que se encuentra en la ya precarizada zona de Alto Comedero, “aclaren que somos la Loma de Alto Comedero” nos dicen los vecinos, “porque hay otro barrio la Loma, que es de chetos y donde no pasan estas cosas”. Las cosas que pasan en la Loma (de Alto Comedero) se caracterizan por una constante y tensa situación con la comisaría 56 de la zona que el pasado domingo 19 de octubre, día de la madre, llegó a cotas inusitadas de abuso policial, transformando a los integrantes de dicha seccional más bien en una bandita que buscó imponer ilegalmente y por la fuerza “su peso” en el barrio al sentirse ofendidos, recurriendo para tal vendetta a distintos medios que su función les permite, pero sin ninguna de las precondiciones legales necesarias para activarlos. Como se dieron los sucesos que terminaron en esta represión colectiva no es el motivo de esta nota, para ello bastan el parte que sumamos a continuación distribuido por los vecinos del barrio y los fragmentos de los largos audios grabados por ellos. La finalidad de esta nota es condensar desde los testimonios los distintos e ilegales medios utilizados por la policía, merced que, denuncian también los vecinos, los medios de comunicación de la provincia que levantaron la noticia no ahondaron en las ilegalidades que de ellos se desprenden. En cuanto al inicio de la vendetta los vecinos comentan que fue la prepotencia de un policía que se encontraba en estado de ebriedad, hecho que manifiestan no es extraño entre los miembros de dicha comisaría. Lo más visible de la represión posterior es el uso de balas de goma que fueron disparadas directo a la cara de jóvenes del barrio, dando algunas cerca del ojo de uno de los afectados, pero también los vecinos denuncian que la policía disparó dentro incluso de sus casas, donde había menores, y a las cuales además ingresaron sin ninguna orden. Sobre esto último los testimonios muestran situaciones que rayan lo patético, con policías a la puerta de una casa asegurando tener una orden de allanamiento e indicando donde supuestamente la tenían guardada para luego aclarar que la orden era “verbal”, “una no es ignorante” se inflama una vecina para luego comentar que ante tal asombrosa evidencia de la nada misma tuvo además que soportar que un policía se hiciera pasar de fiscal. Al asombroso debate leguleyo se sumó después la afirmación de los policías que no habían disparado dentro de las casas, cosa que los vecinos niegan fotos en mano, sino que disparaban sólo a “unas tablas”, de las cuales no especificaron el delito cometido. Tras el infructuoso debate, pues de todas formas algunas casas fueron allanadas sin orden, los vecinos se mostraron indignados de que para ello fuera además detenida una jovencita de 16 años, hermana de uno de los detenidos, por “obstruir” el ya ilegal allanamiento. No solamente denuncian que los sollozos de la jovencita poco pueden obstruir a un nutrido grupo policial armado, al que se sumó luego un móvil blanco sin patente con policías de civil, sino también que tras esa detención intentaron infructuosamente armarle una causa por robo. Esta especie de prontuario condensado de los policías de la seccional 56 (unas 6 sólo para un lego) ha sido denunciado en la Fiscalía de Investigación Nº 6, por donde, rematan, pasó uno de los agentes implicados sonriendo y manejando un móvil. Queda ahora en la justicia resolver este intríngulis que afectó en pleno día de la madre a todo el barrio de la Loma, pero el que está en Alto Comedero.