PABLO En esta mujer galilea reconozco terquedad… y pasión, sí. En ocasiones su palabra semeja una espada cortante de dos filos.
MARÍA Ay, don Pablo, usted siempre está en plan de batalla, como que fuera soldado en vez de misionero, que la palabra es una espada, que la fe es un escudo…
PABLO La vida cristiana es y será siempre una lucha. Y yo enseñé cómo debemos emprenderla: revestidos de la armadura de Dios y reconociendo que no nos enfrentamos a fuerzas humanas, sino a las fuerzas oscuras del Maligno...
MARÍA Ah, no, don Pablo… ¿Fuerzas oscuras? Cuando Jesús formó su movimiento para anunciar que llegaba el Reino de Dios nos enseñó otra cosa: que la lucha era contra fuerzas bien claras que nos oprimían en este mundo.
PERIODISTA María Magdalena, son muchos los autores que afirman que también Jesucristo era muy apasionado y que su pasión, hasta su obsesión, digámoslo así, era el Reino de Dios.
MARÍA Razón tienen, así fue. Jesús soñaba con la llegada del Reino de Dios… Pensó que él lo vería, tenía esa prisa, ese afán…
PERIODISTA Explíquenos, Magdalena, qué era el Reino de Dios en la mente de Jesús. Porque en nuestro tiempo eso de reinos nos suena… algo atrasado, superado. Hoy no queremos monarquías con reyes y vasallos, queremos repúblicas, sociedades democráticas, con libertades, con derechos, con igualdad…
MARÍA Pues si es así, ningún atraso, porque ya entonces Jesús quería lo mismo. En cualquier tiempo del mundo quien está enjaulado lo que quiere es libertad.
PERIODISTA ¿Y cuál era la jaula en su tiempo?
MARÍA El Reino de Roma. Nos dominaban los romanos. Y cuando ellos invadieron nuestro país y nos cargaron de impuestos, ya vivíamos bajo el peso de la Ley y del Templo. Los sacerdotes y los fariseos como usted...
PABLO Mujer, ya dijo el señor periodista que no se permiten alusiones ni insinuaciones ofensivas.
MARÍA No, si yo no lo ofendo. ¿No es cierto que nos echaban al lomo yugos pesados? El diezmo, el sábado, las purificaciones, los ayunos… Si estabas enfermo era por tus pecados, si eras pobre era por tus culpas, si eras jornalero malpagado tenías que conformarte, si eras mujer… cada mes eras impura. La religión que nos imponían era una jaula.
PERIODISTA ¿Y la gente se resignaba?
MARÍA La gente estaba ciega, sorda, paralizada… Jesús nos abría los ojos, nos despertaba…
PERIODISTA ¿Qué les proponía?
MARÍA Cuando Jesús empezó el movimiento siempre que arrancaba a hablar alzaba la voz y decía: ¡Alégrense, el Reino de Dios está cerca! Lo estoy escuchando...
JESÚS Todo tiene que cambiar... Dios es un padre y no quiere ver a sus hijos ni a sus hijas tratados como esclavos ni muertos de hambre. Dios toma el nivel como un albañil para nivelar el muro: ni ricos ni pobres, todos iguales; ni faraones ni esclavos, todos hermanos. Dios baja de su andamio del cielo y se pone del lado de nosotros, los pisoteados de este mundo. ¿No hemos oído siempre que Dios ordenó el Año de Gracia?¿No lo acabamos de escuchar? Dios quiere que cada cincuenta años haya un año de tregua. Que cada cincuenta años se rompan todos los títulos de propiedad, todos los papeles de deudas, todos los contratos de compra y venta. Y que la tierra se divida a partes iguales entre todos. Porque la tierra es de Dios, y de Dios también todo lo que hay en ella. Que no haya diferencias entre nosotros. Que a nadie le sobre ni a nadie le falte. Eso fue lo que ordenó Dios a Moisés hace mil años y todavía está esperando, porque ninguno lo cumplió. Ni los gobernantes, ni los terratenientes, ni los usureros quisieron cumplir el Año de Gracia. ¡Y ya es hora de que se cumpla!
MARÍA Escucharlo nos daba esperanza. Era una buena noticia. Por ahí empezamos: por tener esperanza de que las cosas podían cambiar, ¡que iban a cambiar! Él nos enseñó a no resignarnos, con él entendimos que Dios está con nosotros, los pobres, los de abajo.
PABLO Provocar disturbios y asonadas nunca es voluntad de Dios.
PERIODISTA Hay quienes dicen que Jesús fue un revolucionario…
MARÍA ¿Revolucionario? Esa palabra no la usábamos entonces. Hereje y blasfemo lo llamaron los sacerdotes, rebelde y sedicioso lo llamaron los romanos. Por eso se unieron y lo mataron.
PERIODISTA ¿El Reino de Dios era un proyecto político, entonces?
MARÍA Era el proyecto de Jesús. A los pobres los bendecía, les decía bienaventurados porque iban a dejar de serlo y a los ricos los maldecía y les decía que tenían que elegir entre Dios y el dinero.
PERIODISTA Eso que usted dice, Magdalena, dirán muchos que es meterse en política.
MARÍA Que lo digan… Sí, Jesús se metió en eso… ¡Y de cabeza!... ¡Como cuando lo bautizaron en el Jordán!
PABLO Pero, ¿qué insensateces está diciendo esta mujer?
PERIODISTA María Magdalena, ¿y no fue Jesucristo el maestro del amor?
MARÍA Pero ese maestro nos enseñó también que no se ama igual a los de arriba que a los de abajo…
PERIODISTA ¿Cómo es eso?
MARÍA Amar a los pobres es luchar para que dejen de serlo, amar a los de arriba es luchar para que cambien y todos vivamos una vida más pareja… Eso, eso es el Reino de Dios.
PABLO Permítame decirle algo a esta mujer alborotada y alborotadora que no me deja hablar...
PERIODISTA Adelante, Pablo, lo estábamos viendo muy callado…
PABLO Por eso mandaba yo a callar a las mujeres en las iglesias... Mire si no, usted, señor periodista, cómo usted mismo se ha visto arrastrado por sus palabras…
PERIODISTA Hable, pues, apóstol Pablo. Tiene la palabra.
PABLO Muchas gracias… Recordando… Yo escuché en la comunidad de Jerusalén, creo que de boca de Juan, el del Zebedeo, que Cristo el Señor también les enseñó a ustedes que hay que amar a los enemigos… ¿Qué me dice a eso, María Magdalena?
MARÍA ¿Que qué le digo? Que Jesús tuvo muchos enemigos. Quien denuncia las injusticias siempre tendrá enemigos. A Jesús lo quisieron apedrear, lo expulsaron de la sinagoga, desde el primer tullido que sanó en sábado ya lo querían matar…
PERIODISTA Pero, ¿qué significa amar a los enemigos?
MARÍA Hacerles ver el daño que hacen. Denunciarlos, como hicieron los profetas, enfrentarlos, hablarles claro a los usureros, a los terratenientes, a los injustos.
PABLO Creo que por ser tan apasionada, usted, Magdalena, está desvirtuando a Jesucristo el Señor. Lo está convirtiendo en un sublevador de gentes, provocador de una peligrosa anarquía…
MARÍA ¿Y usted en qué lo convirtió, ah?... ¿En otro fariseo de su gavilla?
PERIODISTA A ver, a ver… Paz, paz...
PABLO Considero que los confusos alegatos de esta mujer usando el nombre del Señor Jesús incitan a la violencia…
MARÍA Jesús nunca incitó a la violencia, menos lo haría yo… Jesús siempre habló de justicia, nunca de violencia… Pero don Pablo, admítalo, el mundo en el que vivimos usted, yo, Jesús, todos nosotros, era un mundo muy violento.
PERIODISTA Pues en muchas estampitas a Jesucristo siempre lo pintan entre flores y pajaritos…
MARÍA No he visto esas estampitas pintadas. Jesús siempre estuvo entre escribas y fariseos… Jesús vio a las legiones romanas en Nazaret desde niño, yo también en Magdala. Entraban a las aldeas como un imperio, saqueaban, violaban…
PERIODISTA ¿Recuerda algún acontecimiento especialmente sangriento?
MARÍA Yo era pequeña cuando en Séforis, la capital de Galilea, los romanos crucificaron a centenares de rebeldes. Siempre había levantamientos contra Roma.
PERIODISTA ¿Y qué pensaba Jesús de la violencia?
MARÍA Jesús sabía que las legiones romanas traían violencia, que tantas injusticias eran violencia, que el hambre también es violencia. Y nos decía que había que resistir a esa violencia. Jesús lo hizo. Por eso lo mataron.
PERIODISTA Y díganos, María Magdalena, ¿es cierto que Jesús aconsejaba que cuando alguien te da una bofetada pongas la otra mejilla? ¿No es eso una debilidad, una cobardía?
MARÍA No, era astucia. Jesús nos enseñó a tener de paloma y a tener de serpiente. A medir bien a quién nos enfrentamos. A no arriesgarnos por gusto. Y eso hacía él. A los mercaderes del Templo él los sacó a latigazos, no les puso ninguna mejilla.
PERIODISTA Avancemos. Magdalena nos ha dicho que la “consigna” de Jesús era ¡Alégrense, el Reino de Dios está cerca!... ¿Y la suya, Pablo, tenía alguna?
PABLO No tenía costumbre de agitar ni al hablar ni al escribir. Preferí siempre un lenguaje atemperado. En mis cartas daba orientaciones y alababa a mi Señor Jesucristo.
PERIODISTA Y porque el tema del programa ha sido el Reino de Dios Magaly me pasa una nota que dice es elocuente… ¡Adelante, Magaly!
MAGALY En los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas el Reino de Dios aparece en más de 120 ocasiones en boca de Jesús, mientras que en sus cartas, Pablo menciona el Reino de Dios sólo 11 veces…
PERIODISTA Tenemos una llamada... ¿Aló?... ¿Con quién hablamos?
IVONE Habla la teóloga Ivone Gebara, desde Brasil…
PERIODISTA Bienvenida nuevamente a nuestros debates, Ivone... ¿qué tiene para comentarnos?
IVONE La cifra que hemos escuchado es más que elocuente: 120 veces habla Jesús del Reino de Dios y Pablo sólo 11. Una prueba más de que para Jesús el Reino de Dios fue el centro de su mensaje. Y que a Pablo no le interesó mucho.
PABLO ¡Mujer tenía que ser! ¡Tan insolente como esta galilea que tengo delante!
IVONE No tengan ninguna duda: el proyecto del Reino de Dios, que fue el sueño de Jesús de Nazaret, era un proyecto de transformación radical. Para su tiempo y para nuestro tiempo, donde algunas fuerzas oscuras tienen tanto poder. Digámoslo sin miedo: Jesús fue un revolucionario, lo fue más de lo que nos imaginamos.
PERIODISTA Amigos y amigas radioescuchas, ¿qué piensan ustedes de todo lo que hoy hemos escuchado? ¿Con Pablo o con la Magdalena? Búsquenos en la web y en las redes sociales: www.emisoraslatinas.net ¡Hasta la próxima! Y recuerden: quien tiene preguntas, piensa; quien sólo tiene respuestas, obedece. Estuvo con ustedes, Juan Luis.