PABLO Lo es.
PERIODISTA Entonces, hemos programado un cara a cara hoy con Pablo, a solas. Después haremos otro con María Magdalena, también por separado. Bienvenido, Pablo. Nuestra emisora y nuestra audiencia le agradecemos haber aceptado la invitación.
PABLO Si acepté es para que quienes han escuchado estos diálogos, o como se llamen, no den fe a las falsedades que aquí se han dicho.
PERIODISTA ¿Las dichas por María Magdalena?
PABLO Sí. No niego el alivio que me produce poder hablar sin la presencia de esa mujer.
PERIODISTA ¿Por qué la incomodaba, Pablo?
PABLO Seré franco. Tenía mucha autoridad y desafiaba la mía. Nunca estuve acostumbrado a eso.
PERIODISTA ¿En ninguna de las iglesias que usted fundó lo cuestionaron, Pablo?
PABLO Sí, y muy a menudo. Los de Corinto los que más… pero nunca una mujer. Ni allí ni en ninguna otra iglesia fue una mujer la que me alegaba.
PERIODISTA Además de autoridad... ¿reconoce algunas verdades en las palabras de María Magdalena?
PABLO Medias verdades. Y las medias verdades suelen ser mentiras completas. Esa mujer tiene la cabeza muy confundida. Y confunde a otros.
PERIODISTA Y de lo dicho por María Magdalena ¿qué rescataría usted? ¿Le parece que nada tiene fundamento?
PABLO He oído de su boca muchas necedades... aunque reconozco que esa mujer tiene una ventaja sobre mí.
PERIODISTA ¿Cuál, apóstol Pablo?
PABLO Que ella conoció a Jesús y yo no.
PERIODISTA ¿Tal vez debió hablar con ella en aquel viaje que usted hizo a Jerusalén?
PABLO Tal vez... Pero ya es demasiado tarde.
PERIODISTA Tenemos una llamada... ¿Aló?.. ¿Quién habla?
JOVEN Aló... Soy Carlos, un estudiante... Óigame, Pablo, yo soy católico y le tengo cariño a usted porque cuando yo me casé el sacerdote nos leyó en la iglesia un poema suyo muy lindo, un himno al amor que usted escribió.
PABLO Lo escribí pensando en Cristo.
JOVEN Pues yo lo escuché pensando en Yolanda. Y le diré que por eso me puse a sintonizar esta emisora y he seguido todos los debates entre usted y María Magdalena.
PERIODISTA ¿Y ha llegado a algunas conclusiones, amigo oyente?
JOVEN Bueno, yo no logro entender cómo una persona como Pablo, que escribió ese poema tan hermoso, puede salir después con el rollo de que Dios mandó matar a su hijo en una cruz para desahogarse de una ofensa y lavar los pecados que cometimos sus otros hijos.
PABLO Bueno, no es exactamente eso lo que escribí...
JOVEN Disculpe, Pablo, vivimos en el siglo 21. Y esas ideas suyas no se las traga nadie hoy. Fíjese, hay un refrán que dice que todo es según el color del cristal con que se mira.
PABLO No entiendo qué me quiere decir usted, jovencito...
JOVEN Yo creo que usted, Pablo, miró a Jesús con unos cristales así de gruesos y opacos, con todos los prejuicios de su religión judía. María no. María fue una mujer abierta, libre. Lo vio con el corazón. Y solo se ve bien con el corazón, Pablo, como dijo otro poeta.
PABLO No he venido aquí a seguir recibiendo reproches...
PERIODISTA No lo tome a mal, apóstol Pablo... recuerde que a usted también le gustaban los poemas. Estuve investigando y encontré un discurso suyo en Atenas donde cita a los poetas griegos...
PABLO Ah, sí... Pero esa fue una habilidad de mi predicación.
PERIODISTA Explíquese mejor...
PABLO Aquella vez, cuando llegué a Atenas, yo me preguntaba: ¿cómo convencer a la gente de esta ciudad para que crean en Jesucristo? Y recordé a un poeta griego que decía que todos los humanos somos de linaje divino... Y lo mencioné. ¿Comprende? Entrar con la de ellos para salir con la nuestra.
PERIODISTA Un buen método...
PABLO ¿Verdad que sí? Es que yo me hice griego con los griegos para ganar a los griegos. Y judío con los judíos para ganar a los judíos.
PERIODISTA Tenemos otra llamada... ¿Aló?.. ¿Quién nos llama y desde dónde?
MUJER Soy una mujer de fe. No importa de dónde sea. ¿Puedo hacerle unas preguntas al apóstol?
PERIODISTA ¿Está abierto a preguntas, Pablo?
PABLO Por supuesto. Con tal que no sea otra magdalena...
MUJER Verá, Pablo, yo le tengo mucho respeto a usted porque usted quiso llevar el evangelio hasta los confines del mundo. Usted ha sido un gran misionero, Pablo. Por eso, escúcheme. Usted dice que se hizo griego con los griegos, ¿verdad?
PABLO Así es.
MUJER ¿Y por qué no se hace ahora joven con la gente joven?
PABLO ¿Podría explicarse mejor, señora?
MUJER Discúlpeme, Pablo, yo soy cristiana, una cristiana evangélica. Usted oyó al muchacho que llamó ahorita. Tiene razón. Esas ideas suyas han hecho mucho daño, han metido miedo y culpa, sobre todo a nosotras las mujeres, porque nos dicen que Eva fue la mala de la película...
PABLO Nada sé de películas, son los misterios de Dios.
MUJER No, no, no me hable de cosas misteriosas. Disculpe, señor periodista, ¿puedo seguir hablando con Pablo?
PERIODISTA Señora, nuestros micrófonos son suyos. Si mi entrevistado lo tiene a bien...
PABLO Que siga hablando. La escucho con atención.
MUJER Pablo, hermano, usted que escribió tantas cartas... a usted le falta una. Escriba una carta más.
PABLO ¿Diciendo qué?
MUJER Diciendo lo que dijo en Atenas. Eso, eso sí llegaría a la gente de hoy, Pablo...
PABLO Ciudadanos de Atenas, mientras recorría la ciudad y sus santuarios me encontré un altar que tenía inscritas estas palabras: “Al dios desconocido”. Al que ustedes adoran sin conocer es a quien vengo a anunciarles. El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que da a todos la vida y el aliento, no vive en santuarios hechos por manos humanas…
ATENIENSE ¡Habla bien este forastero!
PABLO Escuchen, escuchen. El Dios que les anuncio sacó de un único tronco a toda la raza humana y fijó para cada pueblo un lugar y un momento en la historia sabiendo que todos lo buscaríamos a tientas… Dios no está lejos de cada uno de nosotros porque en él vivimos, nos movemos y somos.
ATENIENSES ¡Siga, siga!
PABLO Sí, eso prediqué yo en Atenas, en el Areópago... Y me escucharon atentos y muchos creyeron en Jesucristo...
MUJER Ése sí es un mensaje para nuestro tiempo, Pablo. Porque usted habla de un Dios que no cabe en ninguna iglesia ni en ningún templo de piedra ni en ninguna religión... Un Dios que no tiene pueblos elegidos porque cada pueblo tiene su lugar. Un Dios con puertas abiertas para todos. Para todas. Ése sí fue el Dios de Jesús. Ése sí.
PABLO Me hace reflexionar esta mujer...
MUJER Escriba esa carta, Pablo, para que la lea la gente joven, para que la lea María Magdalena. A ella le gustará. Muchas gracias y... disculpe si me alargué.
PERIODISTA ¿Escribirá esa carta, Pablo, se la enseñará a María Magdalena?
PABLO Tal vez...
PERIODISTA Estuve leyendo más sobre su vida, apóstol Pablo, y le confieso que no salgo de mi asombro. Se dice que usted recorrió en sus tres viajes misioneros unos 15 mil kilómetros, la mayoría de las veces a pie. Y todavía un cuarto viaje a Roma, estando preso. Usted ha sido un peregrino ambicioso, un viajero incansable, digno de un récord Guiness.
PABLO Sí, he corrido todos los riesgos por Cristo. Muchas veces me encontré en peligro de muerte. He naufragado, fui asaltado por bandidos en los caminos, en cuántas prisiones no me encerraron… Muchas noches sin dormir, muchos días sin comer, con frío y sin abrigo… Dios sabe que no miento. Hasta una serpiente me mordió en una ocasión, pero no la temí y el Señor me libró de su veneno…
PERIODISTA O tal vez fue la serpiente la que le temió a su lengua… ¿No conoce ese refrán que dice que hay que temer por igual a la serpiente que a la lengua?
PABLO Muy ingenioso, señor periodista…
PERIODISTA Por primera vez lo veo sonreír, apóstol Pablo…
PABLO ¿Y por qué le llama la atención?
PERIODISTA Porque los periodistas buscamos siempre el lado humano del personaje y nos alegra encontrarlo. Y usted, ya lo hemos visto, tiene fama de severo… de muy severo.
PABLO Otro refrán dice: las apariencias engañan.
PERIODISTA Le vuelvo a hacer la pregunta, apóstol Pablo: ¿escribirá esa carta que le pidió la señora? ¿Se la enseñará a María Magdalena?
PABLO Tal vez...
PERIODISTA Como periodista, insisto para obtener una primicia. Usted dijo antes que ya era demasiado tarde... Pero dicen, y sigamos con los refranes, que nunca es tarde si... si la carta es buena. ¿Escribirá esa carta?
PABLO La escribiré... Sí, la escribiré.
PERIODISTA Y así, con esta primicia informativa, esperando esa última carta del apóstol Pablo, despedimos nuestro programa. En la web encuentran todos los debates anteriores: www.emisoraslatinas.net Estuvo con ustedes, Juan Luis.